Histeria por el Canal 8

Después de que expulsaron al señor Manuel Zelaya del poder hay personas que han quedado traumatizadas, y cualquier acción del gobierno que les recuerde al derrocado presidente los hace entrar en un estado de nervios.

Se ha llegado a decir que el gobierno de Lobo está expropiando al Canal 8, y que irrespeta la división de poderes al desafiar una resolución del Poder Judicial.

El Congreso decidió intervenir en la disputa entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, para favorecer al primero, otorgando por decreto el canal 8 al Estado.

Por motivos técnicos, a la empresa TELEUNSA, propiedad del empresario y político Elías Asfura, CONATEL le denegó un permiso para operar un canal en la frecuencia que corresponde al canal 8.

(CONATEL, es la entidad del Estado hondureño encargada de dar permisos de operación en el área de las telecomunicaciones).

No satisfecho con la negativa del gobierno, el señor Asfura demandó al gobierno, dando como resultado que el juez Jorge Alberto Zelaya se extralimitara en sus funciones al otorgarle una frecuencia específica a TELEUNSA, lo cual es atribución exclusiva de CONATEL.

El Canal 8 siempre ha sido administrado por el Estado de Honduras, por lo que hablar de expropiación en este caso no tiene sentido, porque en realidad es el señor Asfura el que le quiere quitar la frecuencia del Canal 8 al Estado, quien siempre lo ha administrado.

Además, el Estado hondureño es dueño por ley del espectro radioeléctrico, y tiene la potestad de otorgar permisos o denegarlos según los requerimientos técnicos que él establezca.

Para evitar dar la impresión de que se estaba desafiando una decisión del Poder Judicial, el Congreso cambió ayer el lenguaje de la moción presentada inicialmente, enfrentando en forma exitosa toda objeción legal contra el Estado.

El Congreso de la República ha sido muy respetuoso con la Corte Suprema de Justicia, a pesar del evidente abuso que esta cometió en el asunto del Canal 8.

Lamentablemente, los ánimos de muchos anti-zelayistas radicales ya están caldeados, y ha sido imposible hacerlos entrar en razón. Ya les parece que Pepe Lobo inicia una fiebre de expropiaciones y de ataques contra la prensa, al estilo de Hugo Chávez. El miedo les impide pensar claramente.

Algunos de estos derechistas extremos hasta están hablando de que hay que darle golpe de Estado a Pepe Lobo (o sucesión constitucional, como le llaman ellos) solo por querer conservar el Canal 8.

Hay que reconocer sin embargo, que el lenguaje que ha utilizado el presidente Pepe Lobo no ha sido el más conciliatorio, lo que incrementa las pasiones en vez de apaciguarlas. Porfirio Lobo no ha hecho honor a su intención de crear un gobierno de conciliación, ya que es muy dado al autoritarismo y a decir las cosas sin la debida reflexión, de forma parecida a su paisano Mel Zelaya.

Pero el gobierno de Lobo es diferente al de Zelaya. Estamos en situaciones diferentes. El alarmismo derechista tampoco es favorable a la reconciliación.

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