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¿Cuál es la capital de Honduras?

Tegucigalpa de Noche

Para una respuesta rápida se dice que Tegucigalpa es la capital de Honduras.

Sin embargo, es más correcto decir que la capital de Honduras está formada por las ciudades de Tegucigalpa y Comayagüela. Ambas ciudades forman el Municipio del Distrito Central. Estas ciudades están divididas por el río Choluteca.

Ambas ciudades se encuentran en el departamento de Francisco Morazán. Francisco Morazán es el nombre del héroe nacional más importante de Honduras. Honduras está dividida en 18 departamentos. Anteriormente este departamento llevaba el nombre de Tegucigalpa, al igual que la capital, y Comayagüela gozaba de autonomía administrativa, teniendo su propia alcaldía.

Tegucigalpa surgió como un pueblo en el que se practicaba la minería, aunque esta actividad ya no se practica en la actualidad. Los primeros pobladores de Comayagüela eran indígenas de origen náhuatl, que fueron traídos por los conquistadores españoles para trabajar en las minas de Tegucigalpa. El centro histórico de Tegucigalpa se caracteriza por sus calles estrechas. Comayagüela es conocida por sus mercados populares, que se encuentran en una situación un tanto precaria. Las autoridades municipales han dedicado tradicionalmente mayores recursos y atención a Tegucigalpa que a Comayagüela.


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La Colonia Kennedy

La Kennedy una ciudad que sigue creciendo

Es considerada la colonia más grande del país, y es que la colonia John F. Kennedy se ha convertido en uno de los centros poblacionales más importantes de esta capital, no sólo por el número de viviendas y habitantes, sino por el acelerado desarrollo socioeconómico que en los últimos años ha experimentado.

Este nombramiento se debe a que en Honduras no existe ningún barrio o colonia que cuente con todas las condiciones y servicios, ni la población que tiene la John F. Kennedy.

La populosa colonia se encuentra situada al oriente de Tegucigalpa, es considerada una ciudad dentro de la capital de la República, la que se levanta gracias al esfuerzo de todos, sus fuerzas vivas, el comercio, la industria y el gobierno, tanto estatal como local.

La Kennedy está de fiesta, cumple 43 años

Esta colonia fue fundada en la década del 60 y fue bautizada con el nombre del presidente de Estados Unidos

La colonia John F. Kennedy es una de las colonias de la capital de la República más grandes, tanto en extensión territorial como en población.

Su fundación se remota a la década del 60, como uno de los proyectos del Instituto Nacional de la Vivienda (INVA), que después de haber creado la Colonia 21 de Octubre y por la gran demanda habitacional que existía en la capital decidieron ejecutar otro proyecto.

Son cuatro décadas las que tiene esta populosa colonia del oriente del Distrito Central, que surgió en el período del gobierno del ex presidente de Honduras doctor José Ramón Villeda Morales en 1958 y 1963.

Por medio del Programa Alianza para el Progreso, que promovió el expresidente de Estados Unidos John F. Kennedy, el INVA obtuvo el primer préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dinero que fue utilizado para iniciar el proyecto.

El nombre que se le dio al ambicioso proyecto fue como agradecimiento al mandatario y propulsor del programa, John F. Kennedy.

El complejo habitacional fue construido en varias etapas y en dos modalidades, autoconstrucción y contrato directo.

De las tres mil 800 casas construidas se estimó que habitarían en toda la colonia unos 25 mil personas, cifras que se han superado.

Un ejemplo de organización y desarrollo

La colonia Kennedy cuenta con todas las estructuras comunitarias y organizaciones locales

Los habitantes de la «Kennedy» están muy bien organizados, desde su fundación cuentan con todas las estructuras comunitarias, organizaciones locales que trabajan arduamente, una de ellas es el patronato pro-mejoramiento que desde hace algunos años solicitan la independencia administrativa de la colonia ante la alcaldía municipal.

La organización que mantienen ha sido un factor importante en el desarrollo rápido y un crecimiento envidiable de esta colonia capitalina.

Esta colonia creada hace más de 40 años tiene algo muy particular, y es la fuerte zona comercial, entre ellos están los bancos, supermercados, tiendas de electrodomésticos, un mercado popular, farmacias, centros comerciales y restaurantes, entre otros, lo que hace que sus habitantes no tengan que salir a otras zonas de la ciudad para satisfacer sus necesidades.

«La Kennedy ha heredado varios problemas»

El presidente del patronato Germán Medina, aseguró que esta colonia también vive inmersa en serias dificultades

Para el presidente del patronato de la Kennedy, Germán Medina, esta colonia cuenta con muchos problemas que fueron heredados por otras colonias, fundadas sin ninguna condición habitacional.

«Para el caso la colonia Villa Nueva, que fue asentada sin tener ninguna condición adecuada de excretas, la tubería está completamente obsoleta y sin canalización de aguas lluvias, todo esto es lo que ha venido a perjudicar a la Kennedy».

El dirigente comunal expresó que antes no tenían este tipo de problemas y ahora hasta vecinos han dejado sus casas huyendo por las inundaciones que se dan en casi todas las súper manzanas.

Los colectores de aguas negras ya han colapsado, la tubería ya está obsoleta, ya que desde que se fundó la colonia en 1966 no se ha cambiado, detalló Medina.

«Hemos enviado notas a todas las instituciones involucradas, pero no hemos tenido ninguna respuesta».

Le recordó a las autoridades edilicias que la colonia Kennedy es la que más impuestos le proporciona a la comuna capitalina y al gobierno central.

«Nosotros estamos preocupados, lo que deseamos es que hagan un planteamiento para mejorar las condiciones precarias que tiene la colonia, estamos dispuestos a trabajar junto a ellos para solucionar la problemática y la más urgente lo de las inundaciones», señaló el dirigente de la Kennedy.

Tomado de «El Heraldo», del viernes 26 de junio del 2009.

La leyenda de El Boquerón

El Boquerón

Por: Winston Irías Cálix

A 16 kms. de Catacamas surge primera «capital» de Olancho.

Tomando en cuenta las magníficas condiciones geográficas de Catacamas, una de las ciudades mejor ubicadas de Honduras, sobre una vasta planicie protegida por montañas al norte y oeste y situdada a orillas de su otrora caudaloso río, que desembocaba en el Guayape, surge la pregunta de por qué los españoles no fundaron aquí «la capital» del departamento de Olancho.

La respuesta al parecer está en la fachada de la Iglesia San Francisco de Asís, de Catacamas.- En el centro, a menos de dos pies bajo el nicho con la escultura del santo patrón, destacan en alto relieve las figuras de dos leones -que simbolizan el Imperio Hispano-, de unos tres pies de largo, separados por una cruz de brazos iguales, bordeada por un círculo de unos 30 Cms de diámetro; lo curioso es que cada figura sostiene un gran puro en la boca, lo cual significa, según la tradición, un pacto de no agresión y de paz entre los españoles, representados en los leones, y los indígenas de Catacamas, ya que el tabaco era propio del hombre americano.

En Honduras, sólo el edificio de la Audiencia de Los Confines de la ciudad de Gracias, Lempira, construido en 1544, tiene en alto relieve las figuras de dos leones, arriba de la puerta principal, pero sin puros en la boca.

Considerando que los colonizadores respetaron los derechos de los indígenas, escogieron para establecer su ciudad una preciosa planicie, «amurallada» por la naturaleza, situada a sólo 16 kms. al oeste de Catacamas.- En 1540 fundaron allí la Villa de San Jorge de Olancho, ubicada según la tradición justo al pie de la Montaña El Boquerón, que entonces se erguía majestuosa al norte y se extiende desde ese punto al Este y el Oeste.

En una relación de las ciudades de Honduras durante la colonia, realizada en la década de 1570, se describe así este lugar: «La Villa de San Jorge de Olancho, 40 leguas de Comayagua, al oriente, de cuarenta vecinos y en su comarca como diez mil indios tributarios y mucho oro, principalmente en el Río Guayape, doce leguas de esta villa…»

San Jorge de Olancho, cabecera de Olancho, El Viejo, era inmensamente rico: Se dice que los objetos usados por sus habitantes eran en su mayor parte de oro, incluso los frenos y espuelas utilizados para cabalgar.

San Jorge de Olancho estaba protegida por el norte, el este y el oeste; solo tenía libre el límite sur, hacia donde se extiende una inmensa planicie.- Por la ciudad corría el entonces caudaloso Río de Olancho, aunque en el rótulo que identifica al puente se le denomina Boquerón.

Este es el único elemento de la geografía departamental que lleva el nombre de Olancho.

Aproximadamente 10 kms. al sur está la rica Aldea de Punuare, perteneciente a Juticalpa, distante 24 kms. al oeste de El Boquerón, también parte de ese municipio.

Pero en tan solo 71 años después, en 1611, la ciudad fue destruida por «la erupción» del llamado Volcán El Boquerón, según la leyenda.

Geólogos que han realizado investigaciones en El Boquerón, entre ellos mi hermano Napoleón Ramos, afirmaron que en el sitio no existen restos de lava, por lo que se esclarece que no hubo tal erupción y se descarta, absolutamente, la existencia de un volcán.

Sin embargo, la alta montaña que según la tradición se erguía al norte de la ciudad, o sea el vértice de las ramificaciones Este y Oeste, desapareció.- Exactamente en el que sería el punto de unión entre ambas estribaciones, que en un principio formarían un solo conjunto, se aprecia un enorme boquete, en forma de «V» irregular, al cual se le debe el nombre de «El Boquerón».

Al observar El Boquerón da la impresión de que la montaña se abrió, por presión quizá de algún estanque formado a causa de un copioso invierno y que, en consecuencia, un alud de lodo, piedras y agua habría arrasado con la Villa de San Jorge de Olancho, como ocurrió con la ciudad de Choloma, Cortés, cuando azotó el Huracán Fifí.

Sin embargo, no existe duda sobre la existencia de San Jorge de Olancho.- El norteamericano William V. Wells escribió en su libro «Viajes y Exploraciones en Honduras», publicado en 1857, que la ciudad de Juticalpa «no es tan antigua como la vieja capital de esta rica región centroamericana de la cual solo sus ruinas existen para denotar su anterior importancia. Estas ruinas están situadas al pie del Monte Boquerón, en el Río de Olancho, hacia Catacamas…», describió.

Hasta ahora no se han realizado trabajos para descubrir las posibles ruinas de esta rica poblacion; en Honduras también fue destruida la ciudad de Tencoa, primera fundación de Santa Bárbara, a causa de una creciente del caudaloso Río Ulúa.

Sobre la destrucción de San Jorge de Olancho, el padre Juan Francisco Márquez señala que se produjo por falta de fe cristiana de sus habitantes, quienes a pesar de su riqueza adornaban sus imágenes religiosas con coronas de cuero.

Pero existe un dato curioso y es que la ciudad fue abandonada más de una década antes de su destrucción, por lo cual el fenómeno no provocaría víctimas humanas.- En una carta fechada el 12 de octubre de 1598, el Padre Gaspar de Andrade y Quintanilla afirmó: «Los vecinos de la Villa de Olancho, sin orden y licencia, desampararon algunos años el pueblo donde vivían y poblaron en un sitio muchas leguas distantes de él».

Como hubiese ocurrido, muy pocos habitantes se trasladaron al poblado de Catacamas, otros más a Juticalpa, que a partir de ese entonces se transformó de una aldea indígena en importante ciudad, y en su mayoría se desplazaron hacia el norte y fundaron la Ciudad de Olanchito, en el vecino departamento de Yoro.

Tomado del libro «Catacamas – del ayer al año 2000», de Winston Irías Cálix.

Islas de la Bahía

La belleza exótica de un paraíso tan nuestro.

Consideradas por propios y extraños como uno de los destinos turísticos más exóticos del mundo entero, las Islas de la Bahía se encuentran ubicadas en un rincón privilegiado del Mar Caribe y bañadas por el color turquesa de sus aguas. Entre sus principales atractivos, se encuentra la grandeza de poseer la segunda barrera coralina más importante del planeta.

Este departamento insular está compuesto por las islas de Utila, Guanaja y Roatán, siendo en esta última donde se encuentra la cabecera departamental y la que tiene la mayor infraestructura turística.

Sus playas son parte de un paisaje digno de ser recorrido de punta a punta… Sus aguas cristalinas fácilmente dejan ver como el azul del mar va cambiando de acuerdo a su profundidad. Y que decir se de sus exhuberantes bosques, fauna terrestre y marina, que la hacen ser parte de un tesoro tan grande como Nuestro Orgullo.

Roatán

La riqueza natural de las islas atrajo a piratas y corsarios europeos enemigos de la corona española, posesionándose la corona inglesa de Roatán.

Es la isla más grande del departamento insular. Su historia incluye muchas disputas entre la corona española y la británica. Es la que posee mayor infraestructura turística, con una carretera asfaltada que recorre casi la mitad de la isla y cuya extensión es de más de 80 kilómetros cuadrados.

La isla tiene una cordillera que le sirve de columna a lo largo de toda su extensión y está totalmente rodeada de arrecifes coralinos, ofreciendo excelentes condiciones para el buceo y la pesca.

Durante el período colonial, en la isla, convivieron españoles e ingleses; sin embargo, el descubrimiento del nuevo continente y sus riquezas, dio lugar a los constantes ataques de navegantes piratas, quienes atacaron las pequeñas ciudades, obligando tanto a los colonos como a los indios a retirarse de las islas, convirtiéndolas en su estratégico cuartel general.

Roatán tiene varias comunidades, siendo su cabecera departamental Coxen Hole, que lleva el nombre de uno de los múltiples piratas que hicieron historia en el lugar.

Aquí se puede llegar no solamente por vía aérea, sino también marítima, llegando todos los días en un Ferry que visita el lugar todos los días en viajes que llegan desde La Ceiba.

Utila

El mejor lugar para el buceo.

Esta isla es mundialmente famosa por sus arrecifes coralinos y es considerada como el mejor refugio del caribe, porque no está muy saturado de turistas.

La mayor población es de descendencia europea, especialmente inglesa, sus calles limpias y sus casas típicas de arquitectura inglesa han sido construidas sobre el mar y el suampo.

Es una isla de agricultores, pescadores y comerciantes a menor escala. Uno de los principales atractivos de los turistas es obtener su diploma de buceo de Master Dive, a un bajo costo y con la misma calidad internacional.

Guanaja

Guanaja fue descubierta por Colón, en su cuarto y último viaje, en 1502, dando pie al descubrimiento de las otras dos islas y del país.

Guanaja fue el primer territorio hondureño al que arribó Cristobal Colón en su último viaje a América, en 1502. Al llegar a sus costas en busca de agua, la que encontró en abundancia y de excelente calidad, le sorprendió la gran cantidad de pinos que tenía la isla, motivo por el cual le llamó isla de los pinos.

Aún hoy en día Guanaja cuenta con una importante población de pinos caribeños que le dan un ambiente distinto a esta hermosa isla, que es la segunda más grande del archipiélago de las Islas de la Bahía y la que tiene la montaña más alta, con casi 500 metros de altura.

Antes de que llegara la colonia española estaba habitada por los payas, a quienes Colón vio navegando en canoas con hasta 25 personas en cada una.

Tomada de la revista-suplemento de La Tribuna «Nuestro Orgullo». 4ta Edición.