Más que un hombre de ideas, Morazán fue un hombre de acción, escribió su biógrafo Rafael Eliodoro Valle. Pero su nombre no puede dejar de iluminar la historia de las ideas en Centroamérica, porque sabía cómo inculcarlas; el poder de su sinceridad, la pasión que lo inflamó y su fe en el futuro, como hombres de visión que siempre piensan en grande. Francisco Morazán impulsó con sus ideas liberales y progresistas una serie de medidas revolucionarias para la época. Así, promovió la educación, la inmigración, estableció la libertad de culto y de prensa. La primera administración federal encabezada por Morazán se orientó a la reconstrucción pacífica de los diversos estados que conformaban la república.
Cuando el liberalismo pareció finalmente encontrar la oportunidad de implementar sus principios más nobles, después de un largo proceso de integración como tendencia ideológica, como grupo político y como opción de poder, el régimen liberal no pudo lograr la cohesión dentro de la sociedad centroamericana. La lucha sostenida de los liberales contra la aristocracia y su búsqueda por excluir a los conservadores de la vida política no fue acompañada por un esfuerzo paralelo para integrar a otros sectores, como los indígenas (el grueso de la población), al proyecto nacional moderno que postularon con tanta vehemencia. Los indígenas nunca consideraron que la propuesta liberal fuera lo suficientemente atractiva como para liberarse del antiguo y profundamente arraigado orden que enseñó la Iglesia y la estabilidad que tuvieron durante tres siglos bajo el régimen colonial.
Según el escritor, David Alejandro Luna, uno de los errores más grandes de Morazán fue no diseñar un plan para romper las propiedades feudales donde estaban asentados sus enemigos seculares… La lucha de Morazán se vio empañada por el romanticismo, su línea estratégica tendía a desplazar políticamente a la aristocrática terrateniente de Centroamérica; sin embargo, sus tácticas no estaban de acuerdo con la realidad política. A pesar de los arduos esfuerzos realizados por el general Francisco Morazán desde la presidencia de la República, las fuerzas clericales y aristocráticas organizaron un fuerte bloque antiliberal aprovechando el fanatismo y el descontento que permeó en grandes sectores de la población, especialmente en el estado de Guatemala.1
Citas de Francisco Morazán
- Un pueblo que rompiendo las cadenas de la esclavitud, se arroja, digámoslo así, de repente en el camino de la libertad, no puede marchar sin tropiezos por él, sino buscando en la educación el cultivo de su inteligencia e instruyéndose en el cumplimiento de sus deberes.
- La sencilla educación popular es el lema de las naciones libres, para destruir los errores y preparar el triunfo de la razón y la libertad.
- Los rehenes que los enemigos tienen en su poder son para mí sagrados y hablan vehemente a mi corazón; pero soy el Jefe de Estado y mi deber es atacar; pasaré sobre los cadáveres de mis hijos, haré escarmentar a mis enemigos y no sobreviviré un solo instante a tan escandaloso atentado (respuesta a una comisión de los facciosos que le propuso depusiera las armas).
- La grandeza de una patria no se mide por la extensión de su territorio sino por la dignidad y honor de sus hijos.
- Si aristocracia puede haber, solo será la aristocracia que yo respeto, que yo admiro: la aristocracia de la virtud y el tiempo.
- La fortuna jamás protege a los que huyen de los peligros de la guerra para poder disfrutar de las ventajas del triunfo.
- Morir hoy o mañana es lo mismo.
- Los pueblos libres calculan los años de su vida social por la existencia de su poder, respectivamente.
- Declaro… que ni el menor rencor llevo al sepulcro contra mis asesinos, que los perdono y deseo el mayor bien posible.
- La posteridad nos hará justicia.
- No he de huir, señor, ni me falta valor para ir al patíbulo.
- Si amáis la libertad, dejad libre y expedita la acción del Gobierno que la protege. ¿Cómo queréis que sea fuerte contra la opción que conspiró, si vosotros le quitáis la fuerza?
- Los pueblos me han confiado sus destinos; yo seré todo para los pueblos. Una lágrima menos, una espiga más, un retoño de la planta que no se había cultivado. Será el maximun de mi felicidad.
- Jamás se pueden hacer obras con hombres forzados.
- Si vosotros tenéis vocación para ser esclavos, yo no la tengo para ser tirano.
- Declaro: que mi amor a Centroamérica muere conmigo. Exito a la juventud, que es llamada a dar vida a este país que dejo con sentimiento por quedar anarquizado, y deseo que imiten mi ejemplo de morir con firmeza antes que dejarlo abandonado al desorden en que desgraciadamente hoy se encuentra.
- “Pensamiento Vivo de Grandes Hombres 2”. Selección y Prólogo del Lic. Eduardo Sandoval. JES Ediciones.
- Manuscritos escolares.