Hay una nueva ley anti-tabaco en Honduras que prohibe fumar, no sólo en lugares públicos, sino también en el hogar.
La ley prohíbe cualquier tipo de publicidad del tabaco, incluyendo a los puros de mentiras.
«La ley es clara, y cumpliremos con ella», dijo Rony Portillo, director del Instituto Hondureño para la prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (IHADFA).
En realidad la ley no es tan clara.
La ley no prohíbe expresamente el consumo de tabaco en el hogar, pero permite a los no fumadores quejarse ante las autoridades por haber sido expuestos al humo de tabaco en sus propias casas.
En espacios abiertos, la ley prohíbe que las personas fumen cerca de cualquier persona dentro de un espacio de 2 metros.
La ley antitabaco deja abierta la posibilidad de permitir lugares públicos cerrados destinados exclusivamente a los fumadores, pero en la práctica es poco probable que estos sean autorizados, a juzgar por las declaraciones públicas de las autoridades y los medios de comunicación.
El artículo 13 dice: «Los establecimientos donde sea permitido fumar tomarán medidas para evitar la contaminación ambiental causada por el humo del tabaco, sus residuos y olores».
El artículo 28 de la ley establece que: «Las personas menores de edad no… podrán ingresar a sitios donde se permita fumar».
Esto da a entender que en algunos lugares públicos se permitirá fumar.
Los menores son personas menores de 21 años de acuerdo con la legislación hondureña. A la edad de 18 años los jóvenes son considerados «ciudadanos», pero no adultos en plena posesión de sus derechos legales.
Lo irónico es que esta ley entró en vigor a tan solo unos días después de un festival del tabaco patrocinado por el gobierno, el primer Festival del Humo Jaguar será el último, ya que esta nueva ley anti-tabaco prohíbe cualquier tipo de publicidad favorable a cualquier tipo de producto relacionado con el tabaco.
La producción de puros es una importante fuente de empleos en las ciudades de Copán y Danlí. Estos cigarros son en su mayoría destinados a la exportación, y no hay fuentes alternativas de ingresos para los trabajadores de la industria del tabaco. Algunas personas temen que estos empleos se verán afectados por esta ley radical.
También resulta algo extraño que ante la dificultad de la policía para combatir la delicuencia, el Estado hondureño decida desviar recursos para reprimir a los fumadores.
Pueden consultar la ley anti-tabaco en el sitio web de IHADFA.