Encuentran especies raras en la ‘Ciudad Blanca’ en Honduras

Un equipo de científicos descubren todo un ecosistema de especies raras en la Mosquitia hondureña.

La Ciudad Blanca

En el año 2015 se hizo un descubrimiento de un sitio arqueológico en la Mosquitia hondureña que algunos relacionaron con la legendaria «Ciudad Blanca».

Una expedición de científicos —que tuvo que ser trasladada en helicópteros por el difícil acceso de la zona— encontró objetos hechos de tierra, entre ellos una pirámide, y una colección de esculturas de piedra que pueden haber sido ofrendas fúnebres.

El aviador Charles Lindberg divisó desde el aire en 1920 una supuesta ciudad en medio de la densa selva hondureña, lo que parecía confirmar leyendas ancestrales sobre una supuesta ciudad perdida. Desde entonces se ha intentado encontrar esa ciudad sin éxito. Los objetos encontrados en el 2015 pueden indicar la existencia de un lugar de culto y peregrinación, y no necesariamente estarían rodeados de un centro urbano.

Según Douglas Preston, quien escribió un libro detallando las vivencias en su viaje junto con la expedición científica del RAP, los arqueólogos ya no creen en la existencia de una sola «Ciudad Blanca», sino que habría existido una civilización completa con varias ciudades. Preston detalló su experiencia e investigación en el libro La ciudad perdida del dios mono

No sabemos el nombre de esta civilización o grupo humano, ni tampoco conocemos mucho de él. Todavía falta mucho por investigar y estudiar sobre este tema.

Y mientras se investiga el tema antropológico, se ha aprovechado para documentar la vida silvestre animal de esta zona de bosques prístinos, en la que raramente ha pisado una planta de pie humano.

Un equipo de científicos del Programa de Evaluación Rápida (RAP, por sus siglas en inglés) de Conservación Internacional, en el que participaron científicos hondureños, hizo una expedición a la zona en el año 2017 y recién hace un par de semanas ha publicado los resultados en un reporte completo. Se nos informa que se descubrieron 22 especies de animales que se creían extintas en el resto del territorio hondureño, como el escarabajo tigre, el escarabajo hércules, el murciélago de rostro pálido, la lapa verde o gran guacamaya verde, el pecarí de labios blancos y la falsa serpiente de coral.

El escarabajo Hércules, o Dynastes Hércules, es el escarabajo más largo del mundo. Los machos de esta especie usan sus largos cuernos para luchar contra otros machos para poder reproducirse con potenciales parejas sexuales. El escarabajo tigre solamente se había encontrado en Nicaragua y se consideraba ya extinto.

El murciélago de rostro pálido es un mamífero volador de pelo castaño que tiene un hocico erguido.

La lapa verde tiene unas plumas verdes muy llamativas que la ayudan a camuflarse entre los árboles.

El pecarí de labios blancos es una especie que está relacionada en forma lejana con los cerdos, y de hecho parece un cerdo negro. Se les encuentra deambulando en manadas.

Al director del Programa de Investigación Rápida, Trond Larsen, le sorprendió particularmente la presencia de pecaríes en la zona, ya que «necesitan áreas grandes y se mueven a través de amplias zonas para sobrevivir».

En total, los científicos del RAP descubrieron 246 especies de mariposas y polillas, 30 especies de murciélagos y 57 especies de anfibios y reptiles.

El equipo podría haber encontrado también una especie de pez nueva para la ciencia. Un pez vivíparo o poecilo que da a luz a descendientes vivos.

Toda esta diversidad biológica apenas perturbada por el ser humano, con procesos ecológicos y evolutivos que permanecen intactos, es una riqueza —para Honduras y para el mundo— que merece ser cuidada. Los principales peligros que se cierne sobre esta zona es la tala ilegal de madera, el narcotráfico y la cría ilegal de ganado en la zona.

De hecho este ecosistema casi prístino se encuentra incluido en la reserva de la Biósfera del Río Plátano, y como tal está protegido por las leyes hondureñas. Además el presidente Juan Hernández se comprometió a cuidar la zona cuando se hizo el hallazgo arqueológico en el 2015, pero la falta de fondos de un país pobre dificulta hacer realidad esta promesa.

Afortunadamente, se ha creado la Fundación ‘Kaha Kamasa’, que significa «Ciudad Blanca» en lengua misquita, para financiar la protección de la zona, así como para continuar con el proyecto de investigación científica.

Bibliografía

Lost city discovered in Honduran jungle

Creatures thought to be extinct found alive in Honduras’ ‘Lost City’

‘Extinct’ creatures found alive in ‘lost city’ deep within Honduras rainforest

Exploration of ‘Lost City’ in Honduras Uncovers Trove of Rare Life Forms

Field notes from the Lost City

Dozens of Creatures Thought to Be Extinct Found Alive in ‘Lost City’ in the Jungle

La ciudad perdida del dios mono

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