Esta entrevista con Salvador Nasralla la saqué de un viejo número de la revista HABLEMOS CLARO, de agosto del año 1991, edición N°14. En aquel tiempo estaba Rafael Leonardo Callejas de presidente, y éste recién había implementado las medidas de reajuste estructural económico (paquetazos) sugeridas por el FMI. Los militares todavía tenían una posición privilegiada en la sociedad. Estas cosas se reflejen en la entrevista, pero a pesar de eso conserva su interés y actualidad. Salvador Nasralla sigue siendo básicamente la misma persona.
POR: SANDRA MARYBEL SANCHEZ
Aunque sabemos muy poco de como realmente es, le dejamos permanecer en nuestro hogar durante largas horas, todos los fines de semana, porque se dedica a informar sobre una actividad que a los hondureños gusta muchísimo, el deporte.
Se trata de Salvador Nasralla, director de Eventos Especiales de Televicentro quien asegura que tiene que laborar largas jornadas diarias para poder permanecer durante tanto tiempo en nuestras casas y en consecuencia en nuestras vidas.
Salvador nació hace 36 años en Tegucigalpa, tiene 3 hermanas y vive actualmente con su madre, es Ingeniero Industrial y tiene una maestría en Administración de Empresas, graduado de la Universidad Católica de Chile pero según lo manifiesta él mismo a HABLEMOS CLARO su vida gira fundamentalmente sobre su trabajo televisivo que le absorbe tanto que a veces deja de lado hasta las actividades de tipo social.
Por ser muy conocido queremos revelar a ustedes hoy algunos aspectos de su personalidad que no trascienden al público a través de sus programas.
HABLEMOS CLARO: Salvador, tienes amigos?
SALVADOR NASRALLA: En realidad tengo millones de conocidos, pero ningún amigo, para tener amigos hay que disponer de tiempo para cultivarlos y yo no dispongo de él, mi trabajo me absorbe muchísimo, casi las 24 horas.
HC: Pero tienes un confidente, casi todos lo tenemos?
SN: Al igual que no tengo amigos, tampoco tengo un confidente.
HC: Te guardas para tí solo las cosas buenas y malas que te ocurren?
SN: Sí, no tengo necesidad de contárselas a nadie.
HC: Qué se siente no tener a alguien con quien hablar con toda sinceridad?
SN: Si nunca has hablado con nadie, no sientes nada.
HC: Con quién vives?
SN: Vivo con mi madre, nos llevamos bien, creo que ella es quizás la persona que más sabe de mí.
HC: Tienes alguna afición especial?
SN: Ninguna, de niño me apasionaban las estadísticas, sobre todo deportivas, todo lo que tuviera relación con los deportes me encantaba. Me gustan mucho los datos históricos, no me gusta el cine, si me gusta viajar, pero no para trabajar sino en plan de paseo. Quisiera hacerlo más frecuentemente, pero no puedo.
HC: Practica alguna religión?
SN: Creo en Dios, mantengo un contacto permanente con El y siento que siempre está a mi lado, aunque no vaya a la iglesia. Antes lo hice, hasta fui monaguillo, leía las epístolas, ahora mi comunicación con Dios es casera, pero estoy seguro que guía mis pasos.
HC: Mucha mujeres se preguntan porqué no te has casado?
SN: Por la misma razón que no tengo amigos, porque para casarse se precisa de tiempo para conocer a la persona que compartirá nuestra vida, aunque salgo mucho, hasta ahora no he encontrado la mujer con quien desearía ser feliz.
HC: Te gustaría tener hijos, cuántos?
SN: Sí quiero tener hijos, dos me parece un buen número, pero quiero que nazcan dentro del hogar, dentro del matrimonio.
HC: Te parece correcto que se den niños en adopción a extranjeros?
SN: Yo creo que eso no afecta al país y favorece a esos niños, que posiblemente de quedarse en Honduras vivirían una vida de miseria.
HC: Qué tipo de música te gusta.
SN: La música romántica, no me gusta ningún cantante en particular, pero toda la música que es romántica me gusta. Para bailar prefiero la bulliciosa, actual.
HC: Perteneces o simpatizas con algún partido político?
SN: Para nada, creo que los partidos políticos en Honduras ya están obsoletos y que se necesita la aparición de de una nueva organización política que rompa con las tradiciones, pues los partidos que hay son iguales. Lo que los hace diferentes es la gente que se mete a uno u otro, por lograr figuración política y repartirse los puestos.
HC: Entonces no votas en las elecciones?
SN: Casi siempre voto porque el candidato es amigo, por ejemplo en las últimas dos elecciones conocía a los dos candidatos más importantes.
HC: Por quién votaste en ambas oportunidades?
SN: Realmente no me acuerdo, porque decido hasta que ya tengo la papeleta en la mano, pero creo que en 1985 voté por el ingeniero Azcona, yo lo conocía porque jugaba ping pong con él, después por el licenciado Callejas, me pareció un buen candidato.
HC: Qué opinas del actual gobierno, te parece bueno?
SN: Yo no he entrado en detalles sobre la gestión presidencial, habría que estudiarla a fondo para opinar. A veces algunas cosas nos parecen buenas a simple vista y después nos damos cuenta que están malas, otras nos parecen malas y en realidad están buenas. Yo sólo se que el licenciado Callejas es una persona bien intencionada, somos conocidos desde hace unos quince años.
HC: Son correctas las medidas económicas adoptadas por el gobierno?
SN: Si el presidente dice que van a ser buenas, por supuesto que yo lo creo. Pero cada medida económica tiene su costo social y creo que el que se está pagando en este momento es muy alto, sobre todo por que no se trató de dañar menos a las personas de escasos recursos y por que me parece, que el cambio debió hacerse más despacio.
HC: Te parecen correctas las negociaciones con los organismos de financiamiento internacional?
SN: Yo pienso que los negociadores hondureños no fueron buenos, porque pudieron lograr mejores condiciones para lograr el ajuste sin sacrificar tanto a la gente más pobre. Negociar es un arte, no se hasta que punto Honduras tiene gente capaz de hacerlo. En el gabinete económico pueden haber funcionarios muy capaces, pero malos negociadores, muy débiles al momento de actuar.
HC: Admiras a algún funcionario en particular?
SN: No, no ahora. Cuando vine de estudiar de Chile me impresionó el ex-alcalde Henry Merriam, porque estaba haciendo cosas que nunca antes se hicieron. Puedo decirte que no he encontrado en mi país a gente que me impresione por su inteligencia. contrario a lo que me ocurrió en Chile donde tuve compañeros que me acomplejaban por su inteligencia y su velocidad mental para ver las cosas. Eso no me lo ha hecho sentir nadie en Honduras.
HC: Crees que aquí se violan los derechos humanos?
SN: Yo no sé lo que percibo a través de los periódicos es que sí, pero me decepciona un poco que a veces caigan en el amarillismo y no reflejen realmente la situación del país. Creo que hay bastante libertad, sobre todo de expresión.
HC: Te parece correcto que se les permita a algunos militares la destrucción de algunas zonas de reserva ecológica?
SN: Te diré que los militares son, en su mayoría, gente muy buena, pero desgraciadamente están en un pedestal muy alto, indudablemente que son necesarios. Pero se hace mal concediéndoles prerrogativas que no tiene la gente común y corriente. No veo porqué los militares deban tener privilegios que no tienen los demás hondureños.
HC: Se hacen suficientes esfuerzos por conservar nuestros recursos naturales?
SN: No se hace ninguno. Practicamente no los cuida nadie, eso es una vergüenza para el país. No hay ningún tipo de medidas destinadas a proteger el medio ambiente y eso es una lástima.
HC: Porqué participas en los concursos de belleza si están tan desprestigiados?
SN: En realidad el desprestigio de los eventos de belleza lo hacen los medios de comunicación, que manejan de una forma poco profesional estas cosas. Casi siempre destacan los aspectos negativos, por ejemplo a veces hay participantes que no son bonitas o que tienen sus aventurillas, y de ello se hace un gran escándalo, pero no se destaca el beneficio que determinada institución recibe por la realización de ese concurso. Si me piden que los siga haciendo lo haré, no me importan las críticas. En otros países como Venezuela esos eventos sirven para proyectar a las jóvenes al cine o la televisión.
HC: Tengo entendido que eras profesor en la Universidad Nacional, por qué dejaste de dar cátedra?
SN: Fíjate, trabajé varios años en la Universidad, pero me decepcioné porque el nivel educativo de los estudiantes universitarios es muy bajo y a veces me sentía como dando clases en un colegio de secundaria, no quise seguir haciéndolo. De aproximadamente dos mil alumnos que tuve en los años que trabajé, solo recuerdo apenas a dos que destacaron por su aplicación y capacidad.
HC: Algún proyecto personal grande para el futuro?
SN: No precisado aún, pero quisiera tener mi propia empresa que me de una mayor independencia económica, porque contrario a lo que muchos piensan, yo tengo que trabajar mucho para vivir.
Durante toda la entrevista, donde abordamos temas de interés general, Salvador Nasralla manifestó continuamente las inquietudes de un hondureño que no se conforma con ser uno más del montón y al mismo tiempo mostró aspectos de su personalidad que se esconden detrás de las cámaras y reflectores.
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Para ver una entrevista más reciente, aunque menos profunda:
«Estoy buscando novia»: Salvador Nasralla.
Para los que preguntan por su edad, Nasralla tiene unos 54 años actualmente. (¿No parece, verdad?)