Extinción de comunidades religiosas en Honduras

Por: Víctor Cáceres Lara

El 3 de noviembre de 1829 la Asamblea Legislativa del Estado de Honduras reunida en Tegucigalpa y la cual presidía don Santos Bardales, actuando en las Secretarías los Diputados F. Domingo Reyes y José María Cacho, decretó que quedaban extinguidas en el Estado de Honduras las comunidades religiosas; que las iglesias de éstas serían filiales de las respectivas parroquias en donde existieran; que los conventos quedarían al cuidado de las municipalidades respectivas, para que los ocuparan en utilidad del lugar donde funcionaran, y que los dos de Tegucigalpa serían especialmente aplicados a beneficio del cuño, la imprenta y la instrucción pública, en atención a que se carecía de edificios de propiedad del Estado para tales fines.

El mismo Decreto establecía que los capitales de las capellanías de cada convento se depositaran íntegramente en las cajas del Estado y que el Vicario General cobrara los intereses y dispusiera de ellos para mantener el culto en las iglesias. También que las alhajas pertenecientes a los templos estarían a cargo de los curas respectivos, quienes no podrían disponer de ellas sino con la anuencia de los Jefes Intendentes, quienes tomarían razón del peso y número de las existentes al momento de entrar en vigencia el Decreto que comentamos. Se ordenaba asimismo que las alhajas inútiles de las iglesias se aplicaran a la obra de los cementerios del lugar correspondiente.

El Decreto se basaba en cinco considerandos: 1°. “que las órdenes monásticas se oponen directamente al actual sistema de gobierno”; 2° “que la experiencia ha demostrado los graves males que causaron en la presente época de convulsiones”; 3°. “que por esta causa se extinguieron de la capital de la República (Guatemala) quedando abandonados los conventos sufragáneos de los demás Estados de la Unión”; 4°. “que las temporalidades que poseen los religiosos de Honduras han sido habidas y fomentadas a expensas de sus habitantes” y 5°. “que es un deber del Cuerpo Soberano asegurarlas, mantener el culto de los templos que respectivamente les pertenecían y dar inversión a los productos de las fincas en utilidad de los pueblos sobre que han gravitado dichas religiones”.

La revolución liberal que inspiraba e impulsaba Francisco Morazán estaba en marcha y los intereses ofendidos se enquistaban momentáneamente mientras agrupaban sus fuerzas para la resistencia y el contraataque. La lucha sería larga y empeñada y a la postre el genial revolucionario —primero en América—, sería vencido por las camarillas conservadoras.

En 1871 retornarían las ideas en las banderas de lucha de otros revolucionarios y entonces se quedarían para siempre en el ámbito centroamericano, modificándolo sensiblemente.

Tomado del libro Efemérides Nacionales, Tomo II. De Víctor Cáceres Lara. Publicaciones del Banco Central de Honduras. 1980.

Ferias Patronales del mes de noviembre en Honduras

Departamento Municipio Fecha Santo Patrón
El Paraíso El Paraíso 4 Virgen del Rosario
Francisco Morazán Talanga 12 San Diego
La Paz La Paz 21 Virgen de los Dolores
La Paz Mercedes de Oriente 24 Virgen de las Mercedes
Francisco Morazán La Libertad 24 Virgen de las Mercedes
Choluteca Orocuina 30 San Andrés
Intibucá Magdalena 30 Santísima Trinidad
Lempira San Andrés 30 San Andrés
Ocotepeque Antigua Ocotepeque 30 San Andrés

Tomado del libro Ferias Patronales y Festivales Populares de Honduras. Secretaría de Cultura, Artes y Deportes. Publicaciones de la Dirección General de Cultura Popular.

José Santos Guardiola

José Santos GuardiolaEl 1 de noviembre de 1816, en una casita humilde situada en las proximidades de la antigua Dirección General de Policía de Tegucigalpa, vino al mundo José Santos Guardiola, elemento destinado a ser una de las más grandes y distinguidas figuras de la política hondureña.

José Santos Guardiola fue hijo ilegítimo de don Esteban Guardiola, nacido en Villa Seca, provincia de Tarragona, Cataluña, y de doña Bibiana Bustillo, nativa de Tegucigalpa.

A los seis años de edad Guardiola recibió las primeras letras en una escuela privada y más tarde asistió a la única escuela municipal de varones existente en esa ciudad. Su padre lo llevó más tarde al mineral de San Antonio de Oriente y allá le impartió variados conocimientos hasta darle la preparación corriente que en su tiempo recibían los jóvenes de familia importante.

Cuando el General Francisco Morazán estableció en Tegucigalpa la imprenta del Estado, Guardiola aprendió tipografía y cuando el Coronel José Antonio Márquez abrió una escuela militar bajo la dirección del coronel colombiano Narciso Benítez, el inquieto joven fue uno de los primeros cadetes.

Guardiola nació para la carrera de las armas. Sus primeras acciones bélicas las libró al lado de las fuerzas morazánicas, pero más tarde, siguiendo al General Francisco Ferrera, tomó parte en las campañas estimuladas por éste en contra de Morazán y sus ideas. Se convirtió en un militar de prestigio, de probado valor y de grandes habilidades en el arte bélico, cualidades que le franquearon el camino hacia todos los ascensos hasta llegar al de Capitán General.

Fue Ministro de Relaciones Exteriores y General en Jefe de lucidos ejércitos, con los cuales impuso su nombre en toda el área centroamericana infligiendo severas derrotas a los jefes rivales, tales como los Generales José Trinidad Cabañas, José Antonio Carballo y Nicolás Angulo. Fue desafortunado al medirse con el General nicaragüense José Trinidad Muñoz, pero en el combate de El Sauce este jefe perdió la vida en plena acción contra Guardiola.

Guardiola fue presidente de Honduras desde el 17 de febrero de 1856 hasta el 11 de enero de 1862 y se significó como un gobernante progresista, defensor de la autonomía nacional, defensor de las libertades públicas y dispuesto a formar clima a las realizaciones liberales por la vía de la evolución antes que por la de la revolución.

Logró la reincorporación de las Islas de la Bahía y la Mosquitia al territorio de Honduras y acuñó un apogtema que cumplió estrictamente durante su gestión de gobernante: “La palabra debe curarse con la palabra”.

Murió a manos de un grupo de fríos asesinos el 11 de enero de 1862 en la ciudad de Comayagua.

Tomado del libro Efemérides Nacionales, Tomo II. De Víctor Cáceres Lara. Publicaciones del Banco Central de Honduras. 1980.

Efemérides del mes de Noviembre en Honduras

Noviembre 1, 1816 Nace en Tegucigalpa José Santos Guardiola, quien fue presidente de Honduras (1856-1862).
Noviembre 1, 1933 Inicia operaciones radio HRN, La Voz de Honduras.
Noviembre 2, 1956 Se suprime la pena de muerte en Honduras.
Noviembre 5, 1838 Honduras se separa de la Federación Centroamericana.
Noviembre 6, 1835 Nace en Tegucigalpa el distinguido periodista Adolfo Zúñiga.
Noviembre 6, 1848

Costa Rica entrega los restos de Francisco Morazán a El Salvador.

Noviembre 11, 1827 Francisco Morazán triunfa en la batalla de La Trinidad.
Noviembre 13, 1846 Nace en Tegucigalpa el Dr. Marco Aurelio Soto.
Noviembre 20, 1542 El Emperador Carlos V expide las ordenanzas de Barcelona, para el Gobierno de las Indias.
Noviembre 21, 1821 Don Juan Lindo se hace cargo del gobierno de la provincia de Comayagua.
Noviembre 22, 1777 Nace en la Villa de Choluteca don José Cecilio del Valle.
Noviembre 28, 1859 Se firma en Comayagua el Tratado Wyke-Cruz por el que Inglaterra reconoce la soberanía de Honduras sobre las Islas de la Bahía y la Mosquitia, con la parte interior de ésta hasta el Cabo de Gracias a Dios.
Noviembre 18, 1960 La Corte Internacional de La Haya dicta sentencia a favor de Honduras al reconocer la validez del Laudo Arbitral del Rey de España de 1906, y ordena a Nicaragua acatar el fallo.
Noviembre 22, 1971 El gobierno constitucional de Honduras presidido por el Doctor Ramón Ernesto Cruz incorpora a la soberanía nacional a las Islas Santanilla o del Cisne, conforme decreto No. 4.
Noviembre 27, 1864 Muere el misionero católico Manuel de Jesús Subirana.