Olancho en el recuerdo

Por: Augusto Irías Cálix

El Departamento de Olancho tiene páginas brillantes y gloriosas en la historia de sus hombres que se han destacado en los diferentes campos del saber humano, así como en actividades diversas que, como en los ramos de la agricultura y ganadería han sido fuentes de riqueza y prosperidad para toda la Nación.

En el campo de las letras y profesionales distinguidos, podemos mencionar a José Antonio Domínguez, autor del «Himno a la Materia», brillante literato que dejó tres libros inéditos de poesías; FROYLÁN TURCIOS, fundador de la Revista «Ariel», Ateneo de Honduras, El Heraldo, Revista Nueva, La Revista «Esfinge», de quien dijera José Enrique Rodó: «Que era el mayor esfuerzo hecho en Hispano América para presentar las más brillantes páginas de los grandes poetas y escritores de todos los tiempos…». Según Rubén Darío: «La antología más completa y brillante de las letras universales…»; según Ramón del Valle Inclán: «La mejor antología castellana»; autor de Prosas Nuevas, Floresta Sonora, Tierra Maternal, Cuentos del Amor y de la Muerte, Flores del Almendro, El Vampiro, etc., etc., con gran esfuerzo reunió toda la obra literaria del portalira Juan Ramón Molina, en la edición «Tierras, Mares y Cielos». Al [sic] través de sus contactos a nivel internacional, dio a conocer al patriota nicaragüense Augusto César Sandino, en su lucha democrática y libertaria; en una carta que le enviara desde Barcelona el 16 de mayo de 1930 el Gran José María Vargas Villa, le decía a Turcios: «Sandino, fuera de su Selva Histórica, no vive, se sobrevive, es un muerto que anda llevando una Leyenda por sudario; una Sombra Épica que se aleja, y se esfuma en el horizonte histórico…». Turcios fue el iniciador de la construcción del «Teatro Nacional», Parque Bonilla o Parque La Leona, y el Parque Herrera.

TAMBIÉN tenemos a escritores y literatos de nota, como: Salatiel Rosales, Alfonso Guillén Zelaya, precursor del Neo-Modernismo en Centro América; Abel García Cálix, escritor y periodista; José Federico Peck Fernández, escritor; Antonio Bermúdez Meza, Francisco Lobo Herrera, Ramón Lobo Herrera, Néstor Colindres Zúniga (Abuelo del Dr. Enrique Ortez Colindres), abogados y escritores; General Santiago Meza Cálix, geografo e historiador; Lorenzo Zelaya, escritor; Doctor Pablo Ernesto Ayes; Adolfo Miraldo Santos, Lic. Timoteo Miralda Reyes, Dr. Francisco Sánchez U.; Dr. Emilio Gómez Robelo, Alejandro Navas Gardela, escritores: Lic. Medardo Mejía, autor de «Cinchonero», «Los diezmos de Olancho» y muchas obras más de reconocidos méritos continentales. Policarpo Irías Mendoza, de quien dijera el famoso guatemalteco Lorenzo Montúfar: «Nada importa que hoy apenas se divisen triunfos inmortales, y que el horizonte político está cubierto de densas tinieblas, porque la juventud hondureña, cuyo brillo anima a Centro América, sabrá con la valentía de Tiberio Graco, elevar hasta el zénit de la grandeza, la Patria de Dionisio de Herrera y Francisco Morazán»; en una «Corona Fúnebre» que le dedicaran con Juan Ramón Molina, con ocasión de haber caído luchando en acción de guerra en «El Corpus», Choluteca, junto con sus compañeros universitarios: Francisco Lobo Herrera, Santiago Cervantes, y Erasmo Velásquez, y trescientos patriotas más que lucharon contra mil hombres.

EN la misma «Corona Fúnebre», Juan Ramón Molina le dedicó una poesía, de la cual sacamos la siguiente estrofa:

– EN LA MUERTE DE POLICARPO IRÍAS M.-

Qué genio mueve sus alas
Sobre la raza hondureña,
Que hace tiempo se empeña
En marchitarle sus galas?
Rodando el carro de Palas
Miren en la batalla fiera,
Mientras mortuoria bandera
En huesas hondas y frías,
Cubre a POLICARPO IRÍAS,
Al lado de LOBO HERRERA.

¿………………..?

El Departamento de Olancho siempre ha estado ligado a la historia política de la Nación; el General Francisco Morazán tuvo que firmar un armisticio con los indios de Olancho en «Las Vueltas del Ocote», para pacificarlos. Hemos tenido tres presidentes de la República: el General Manuel Bonilla, el Dr. Francisco Bertrand y el Dr. Juan Manuel Gálvez.

En el año de 1611, los habitantes de San Jorge de Olancho, que estaba situado en la base del volcán de «El Boquerón», debido a movimientos sísmicos, tuvieron que abandonarla, fundando Juticalpa y otros, la ciudad de La Ceiba y Olanchito.

El patrimonio de sus habitantes ha sido la ganadería y la agricultura; desde tiempos remotos el ganado se enviaba a Guatemala, a Estados Unidos o se vendía a la Standard Fruit Company.

Las haciendas más fuertes que existían, eran las del español Juan Villardebó, en Manto, quien regaló el reloj de la Iglesia de Juticalpa; la de don José Manuel Zelaya, don Clímaco Martínez, padre de doña Felipa Martínez; la de don Juan Rosales, la de don Paulino Amador, la de doña Juana Well, en San Esteban; las de las familias Lobo Herrera y Colindres Zúniga; las de don Tomás Guillén, Miguel Méndez, etc., etc.; cada familia de éstas tenía de tres a siete haciendas con cinco a diez mil cabezas de ganado y doscientas a trescientas mulas de carga.

EN la actualidad el Departamento de Olancho tiene un gran potencial económico y gran extensión superficial, carreteras pavimentadas y el proyecto del ferrocarril interocéanico lo intercomunicará con importantes ciudades de la Costa Norte, Danlí, Tegucigalpa, etc.

Si se obtienen grandes fuentes de financiamiento, este Departamento llegará a ser el granero de Centro América.

Tomado del periódico «La Antorcha» de Danlí, del 31 de Mayo de 1982.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *