Se celebra a Cristóbal Colón por el hecho de haber descubierto el continente americano. Si bien se cree que el continente ya había sido visitado antes por europeos, no es sino con Colón que la gente se da cuenta de la importancia del nuevo territorio que se había encontrado.
Cristóbal Colón descubrió el territorio de lo que hoy es Honduras en su cuarto viaje, llegando a la Isla de Guanaja el 30 de julio de 1502.
Al igual que en otros países, en Honduras se celebra el día del aniversario del descubrimiento de América el 12 de octubre. El decreto que establece esto se firmó se dio el 27 de marzo de 1914.
El 12 de octubre se conoce como el día de la Raza o día de la Hispanidad.
En este himno se celebra a Colón como un héroe inspirado por Dios, lo que está en directa contradicción con la actual letra del himno nacional de Honduras en el que se ve la colonización española como algo negativo.
Esto refleja la controversia que se da entorno de esta figura histórica: para unos es un héroe, para otros un villano.
Independientemente de nuestra opinión sobre este personaje no cabe duda de que cambió la historia del mundo, y que la herencia hispánica forma parte integral de nuestra identidad hondureña: no por nada hablamos español y profesamos en su mayoría la religión cristiana.
Himno a Cristóbal Colón
Letra: Carlos A. Ismendia
Música: Ciriaco de Jesús Alas
¡Loor eterna! al audaz navegante
que una senda ignorada cruzó
y en su barco sublime y triunfante,
dijo fiat y un mundo formó
Entre espumas de dos océanos
que domina una altísima sierra,
separada se hallaba una tierra
de los pueblos del orbe oriental.
Sólo un hombre que Dios ha inspirado
su existencia recóndita sabe
sólo ese hombre posee la clave
para abrirle camino en el mar.
Nada teme aquel sabio abnegado
pues comprende que falta muy poco
para ver sus delirios de loco
convertidos en fiel realidad.
Y así fue cuando todos hacían
al tenaz genovés cruda guerra,
un marino gritó ¡Tierra, tierra!
y la Virgen flotó, sobre el mar.
—
Cristóbal Colón
Por: Carlos Manuel Arita Palomo
Era un marino valiente y visionario,
su singular proeza es hoy un hito
y tiene resplandores de infinito,
y fue la voz del mar su itinerario.
Tenía un corazón extraordinario,
estaba hecho de bronce y de granito
y casi fue en la historia como un mito
y su nombre en el tiempo es legendario.
Hallar un nuevo mundo fue su sueño
y luchó con tesón y con empeño
hasta que coronó su gran hazaña.
Desde entonces con igual destino
siguen como hija y madre su camino
siempre unidas América y España.