Archivo por años: 2010

José Trinidad Cabañas

José Trinidad CabañasNació en Tegucigalpa en 1805 y falleció en Comayagua en 1871. Presidente constitucional de la República del 1 de marzo de 1852 al 18 de octubre de 1855. Sus padres fueron José María Cabañas y Juana Fiallos de Cabañas.

Estudió en el Colegio Tridentino de Comayagua y se inició en la carrera de armas en 1827, defendiendo al Jefe de Estado Dionisio de Herrera cuando el país fue invadido por tropas federales, bajo el mando de José Milla, enviadas por el presidente federal Manuel José Arce.

Participó con el General Francisco Morazán en casi todas sus campañas, y obtuvo todos los grados militares en los campos de batalla de los cinco países centroamericanos, siempre como soldado de la Federación, en la que creyó ciegamente. Fue ministro y presidente del Congreso en El Salvador; ostentó diversos cargos militares y ejerció la presidencia hondureña entre 1852 y 1855. Durante su gestión presidencial se intentó por primera vez en la historia centroamericana construir un ferrocarril interocéanico; para ello realizó gestiones con el diplomático Ephraim G. Squier, si bien no lograron concretarse ante la imposibilidad de obtener apoyo financiero de Estados Unidos y Gran Bretaña.

Cuando Cabañas fue derrotado por aliados de Carrera emigró a Nicaragua, donde se entrevistó con el filibustero William Walker. Éste le ofreció armas y soldados para recuperar el poder, poniendo como condición asumir la dirección personal de las operaciones militares; sin embargo esta condición no fue aceptada por Cabañas. En 1864 los gobiernos de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua exigieron al de Costa Rica que le negara asilo tanto a él como a otros morazanistas, pero la petición no fue oída por las autoridades costarricenses.

Gracias a esta valiente actitud, Cabañas pudo permanecer en Costa Rica hasta 1867, cuando regresó a su patria natal.

El presidente José María Medina lo nombró intendente de la aduana de Trujillo, pero Cabañas renunció a los tres meses y no quiso cobrar sueldo alguno. Se retiró a Comayagua donde compró una pequeña propiedad a orillas del Selguapa y se dedicó al oficio de lañador, en tanto que la patria entera le prodigaba sus respetos.

Sus restos fueron sepultados en la iglesia de San Sebastián con los honores propios de su condición de general de división y ex presidente de la República. Figura en la lista de hondureños más prominentes y su valentía legendaria ha sido motivo de inspiración para muchos, entre ellos José Trinidad Reyes, quien le cantó en elegantes octavas reales.

Tomado del libro “Historia de Honduras: Nivel Superior” de Guillermo Varela Osorio, que a su vez lo tomó de la “Enciclopedia de Honduras”. Editorial Océano, España 2001.

Una carta de José Trinidad Cabañas

El general Cabañas renunció a una pensión vitalicia. Imitemos su ejemplo.

San Salvador, junio 30 de 1851

José Trinidad CabañasSeñor Ministro General del Supremo Gobierno del Estado de Honduras.

Tuve la satisfacción de recibir la muy estimable nota de usted, de cinco del que expira, en que se sirve insertar el Decreto que el 31 del próximo pasado mayo, se dignó emitir el Cuerpo Legislativo, concediéndome durante mi vida el sueldo correspondiente a mi grado, y la mitad a mi viuda, madre, hijos legítimos, si los hubiese a mi fallecimiento. Al imponerme de ese rasgo de distinción y generosidad con que me han honrado y favorecido las Cámaras, me he sentido penetrado de la más viva gratitud, e influido por ella, por el vehemente deseo de dar testimonio del alto aprecio con que veo las decisiones de los dignos representantes del pueblo, aceptaría sin vacilar aquella gracia, pero me determinan a renunciarla, las consideraciones siguientes:

En primer lugar: todos los ciudadanos tenemos la más estrecha obligación de ser útiles a la Patria, y defenderla cuando se vea amenazada de algún peligro; y, cuando hemos tenido ocasión de prestarle algún servicio señalado, no hemos hecho más que llenar nuestro deber. Si constantes esfuerzos de defender las instituciones democráticas, la libertad e independencia de mi país, han podido llamar la atención de mis conciudadanos, ellos por el órgano de sus apoderados me han dado ya el más lisonjero galardón en el Decreto de 11 de mayo, en que me condecoran con el título de «SOLDADO DE LA PATRIA», declaratoria que es un premio más que suficiente por los servicios que yo haya prestado, y que deja mi ambición superabundantemente satisfecha, no siendo, después de esto, dable que acepte una pensión.

También me impulsan a renunciarla la idea de que los enemigos del orden, que siempre están en acecho de cuanto da los defensores de los derechos populares, para desvirtuarlos, no dejarán de levantar el grito, ya inculpando a las Cámaras por su benevolencia hacia mí, ya calumniando mis intenciones, interpretando mis acciones siniestramente, como hijas de miras interesadas en que el egoísmo calculista hubiera cifrado su futuro bienestar. No olvido tampoco el estado deficiente en que se halla el Erario; y, yo, que desearía tener cuantiosas riquezas que suministrarle, a fin de que cubriese tantas y tan importantes atenciones a que no es posible acudir por falta de medios, ¿cómo habría de querer aumentar sus apuros agravándolo con aceptar una pensión?

Así es que la renuncio formalmente. Sírvase usted, señor Ministro, elevar estas rápidas indicaciones al conocimiento del Señor Presidente, suplicándole se digne, en su oportunidad, transmitirlas a las Cámaras, significándoles mi eterno reconocimiento por las inequívocas muestras de estimación con que me han honrado.

Con sentimientos de la mayor consideración, me suscribo de usted muy atento servidor.

Trinidad Cabañas

Tomado del Libro de Lectura de Quinto Grado de Miguel Navarro. 1945.

Himno al Padre Reyes

Padre José Trinidad ReyesLetra: Luis Andrés Zúniga
Música: Rafael Coello Ramos

CORO

Entonemos un himno armonioso
Al varón cuya augusta memoria,
Por su gran corazón bondadoso
Vivirá para siempre en la historia.

SOLO

Maestro noble de voz melodiosa
Tierno maestro cuya alma de niño
Era blanca como es el armiño
O la nieve del alto Simplón.
Mucho bien a los hombres hiciste
En tu pura y tranquila existencia,
Fue tu mente océano de ciencia
Fue vaso de amor tu corazón.

SOLO

Dulce poeta que angélicas liras
Tañes ahora con manos gloriosas
En la augusta mansión luminosa
Donde reina la paz y el amor.
Ruega siempre al Señor por tu pueblo,
Porque sean tus hijos dichosos,
Porque sean varones virtuosos,
Ruega siempre, Maestro, al Señor.

José Trinidad Reyes

Se recuerda al sacerdote católico José Trinidad Reyes por ser un pionero de la educación en Honduras, y por ser fundador de la primera universidad de Honduras, la Universidad Nacional, que con el tiempo pasó a llamarse Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

El padre Reyes, como se lo llama, también es conocido por su producción literaria, en especial por las así llamadas «pastorelas», que son canciones religiosas que representan la historia de la navidad.

En honor al Padre Reyes se celebra en Honduras el 11 de junio como día del estudiante.

La letra de este himno fue compuesta por Luis Andrés Zúniga y la melodía por Rafael Coello Ramos.

Rafael Coello Ramos

El maestro Coello Ramos nació en en Comayagüela en 1877, es autor de textos musicales. Profesor de Educación musical de escuelas y colegios por más de cincuenta años, como compositor nos dejó magníficas obras, entre ellas sus preciosos valses: Cascada de Perla, Vuelo de Águilas.

Es autor de la música de ese bello Himno al Pino, nuestro árbol nacional, con letra de Luis Andrés Zúniga. Le cantó a las madres en su Himno a las Madres con letra de Augusto C. Coello, cantó junto al inmortal Luis Andrés Zúniga (letra) en el himno al Padre Reyes, se unió a la inspiración grandiosa del gran Froylán Turcios, para su himno a los Árboles. El maestro Coello Ramos, murió a la edad de noventa años en Tegucigalpa el 1 de marzo de 1967.

Luis Andrés Zúniga

Nació el 30 de abril de 1878 en Tegucigalpa, Honduras. Se graduó de de abogado en la Universidad Nacional de Honduras. Continuó sus estudios en París, obteniendo un doctorado en La Sorbona con una tesis sobre criminología. Nunca ejerció la profesión de abogado. Participó en la Revista Mundial de Rubén Darío. Escribió varios ensayos, una obra de teatro y una obra de narrativa: el libro «Fábulas». Escribió la letra del himno a Lempira y al Padre Reyes, así como la música del himno al Pino. Murió en 1965 en Tegucigalpa.

Efemérides del mes de Junio en Honduras

Junio 1°, 1861 En observancia del Tratado Wyke-Cruz, Inglaterra entrega a Honduras las Islas de la Bahía y la Mosquitia.
Junio 4, 1963 Primera gran huelga general educativa, que dio origen al Colegio Profesional Superación Magisterial Hondureño, conocido como COLPROHSUMA.
Junio 7, 1934 El Río Marchala destruye la ciudad de Ocotepeque.
Junio 9, 1805 Nace en Tegucigalpa el Gral. Trinidad Cabañas.
Junio 11, 1797 Nace en Tegucigalpa el Padre José Trinidad Reyes.
Junio 13, 1850 Muere en San Salvador don Dionisio de Herrera.
Junio 16, 1835 Se concede a Juticalpa el título de ciudad.
Junio 18, 1762 Tegucigalpa recibe el título de Villa.
Junio 21, 1822 Agustín de Iturbide se hace coronar Emperador de México.
Junio 24, 1823 Instálase en la ciudad de Guatemala la primera Asamblea Federal Constituyente.
Junio 24, 1964 Fundación de la Colonia Kennedy de Tegucigalpa.
Junio 25, 1975 Masacre de personas de movimiento campesino en Juticalpa, en la hacienda de Manuel Zelaya Ordóñez, padre de Manuel Zelaya Rosales.
Junio 26, 1969 El gobierno de El Salvador rompe relaciones con el gobierno de Honduras.
Junio 27, 1536 Fundación de San Pedro Sula por D. Pedro de Alvarado.
Junio 28, 1825 Creación de los Departamentos de Choluteca, Yoro, Olancho, Comayagua, Santa Bárbara, Gracias, y Tegucigalpa.
Junio 28, 2009 El presidente Manuel Zelaya Rosales es derrocado, asumiendo funciones presidenciales Roberto Micheletti.
Fuente: Un viejo calendario del desaparecido BANCO EL AHORRO HONDUREÑO, S. A., e información de periódicos.