Archivo por años: 2010

Carta de Hitler al Presidente Carías Andino

Por: Oscar Acosta *

El Presidente Tiburcio Carías Andino envió el 20 de abril de 1936 una Carta Autógrafa a los Jefes de Estado y de Gobierno de los países que tenían relaciones de amistad con Honduras participándoles que la nueva Constitución Política de la República establecía que el período que ejercía terminaría el 1° de Febrero de 1943.

En la Vicepresidencia continuaría el Ingeniero y General Abraham Williams Calderón, quien, como el gobernante, había tomado posesión de su elevado cargo el 1° de Febrero de 1933.

Monarcas, reinas, príncipes, presidentes, jefes de Gobierno y ministros de Asuntos Exteriores de naciones de América, Europa y Asia contestaron a la Carta de Cancillería del doctor y general Carías Andino.

Respuesta de Roosevelt

Una de las primeras respuestas que recibió el Presidente hondureño fue la del estadista que moraba en la Casa Blanca en 1936.

La Carta Autógrafa dice los siguiente:

“FRANKLIN D. ROOSEVELT, PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA, SU EXCELENCIA EL SEÑOR GENERAL TIBURCIO CARÍAS A., Presidente de la República de Honduras, grande y buen amigo: He recibido la carta del 20 de abril último, en la cual su Excelencia anunciaba su continuación en el ejercicio de la Presidencia de Honduras para el período que termina el primero de enero de 1943, en virtud de un decreto de la Asamblea Nacional Constituyente de Honduras promulgado el 15 de abril último.

Correspondo cordialmente a los sentimientos que usted expresa por la continuación de las amistosas relaciones que existen entre los Estados Unidos de América y Honduras, y aseguro a su Excelencia mis mejores deseos por su felicidad personal y por la prosperidad de la República que usted ha sido llamado a presidir. VUESTRO AMIGO. (f) Franklin D. Roosevelt. (r) Cordell Hull, Secretario de Estado. Washington, 21 de mayo de 1936”.

Carta Autógrafa de Adolfo Hitler

El Presidente Carías Andino recibió desde la capital germana una Carta de Cancillería que fue anotada en el Registro 5606 IV 100.

El texto completo de esa valiosa pieza de museo apetecida por coleccionistas dice textualmente:

“ADOLFO HITLER. Canciller de la República Alemana a su Excelencia el Presidente de la República de Honduras, SEÑOR TIBURCIO CARÍAS A. Señor Presidente: Su Excelencia por comunicación del 20 de abril del corriente año me ha participado, que sus altas funciones como Presidente de la República de Honduras conforme a la nueva Constitución serán prolongadas hasta el primero de enero de 1943.

Expreso a Su Excelencia mis sinceras felicitaciones y le suplico estar seguro de que tanto de mi parte como de la República Alemana habrá decidida cooperación para lograr afianzar y estrechar cada vez más las sólidas relaciones de amistad que felizmente existen entre nuestros dos países.

Me es grato aprovechar esta ocasión, para presentar a Ud., Señor Presidente, mis mejores deseos por la prosperidad de la República de Honduras y por su ventura personal, y para presentarle las expresiones de mi alta estima y sincera amistad. Berlín, 2 de julio de 1936. (f) ADOLFO HITLER. (r) Frhr. Von Nourath”

Contestación de Su Santidad

Desde su residencia de verano el Sumo pontífice envió al doctor y general Tiburcio Carías Andino una interesante misiva, en la que se refiere a problemas existentes entre el Estado hondureño y la Iglesia Católica.

La Carta Autógrafa del Santo Padre dice lo siguiente:

“PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE HONDURAS. PIO XI PAPA. Amado hijo, excelente y noble varón, Salud y Bendición Apostólica. Ha sido muy grato para Nosotros el recibo de la carta del 20 del mes de abril último, la cual contiene cordiales y amplias expresiones de cortesía. Nos complace la manifestación de los fervientes votos que hacéis no solo para mantener sino para estrechar y asegurar aún más las felices relaciones que existen entre la Sede Apostólica y esa República.

Hasta los tiempos presentes, estimamos como un hecho que para beneficio y seguridad de la religión, cuya gloria por los siglos, florece en todas partes, es de suma importancia, para alcanzar el mayor grado de moralidad y de beneficios para la causa de la civilización para los fieles, cumplir con la obediencia pública de los preceptos divinos que son el fundamento de la salud y prosperidad para mantener el bello origen de la virtud. En cuanto corresponde a Nosotros, consagramos parte de nuestros oficios a la ilustre y valiente Nación, con los más fervientes ruegos Nuestros que sean de desear por su gracia y felicidad. Esperamos confiadamente que al reclamar la religión tu ayuda, te mostrarás benigno y fácil para con ella, para que estos asuntos se resuelvan sin dificultad y con fruto para gloria de Dios y para salvación de las almas. Animados con esta confianza te exhortamos paternalmente para que pongáis todo tu esmero y cuidado en quitar los obstáculos que con no poco daño para los fieles impidiendo que proveamos la Sede Arzobispal de Tegucigalpa ya tanto tiempo privada de pastor sagrado; tanto más que no ignoras la importancia que tiene esa Sede Arzobispal. Sólo nos resta pedir para ti al Dios Omnipotente toda suerte de felicidad; y como prenda del favor divino te damos Nuestra Apostólica Bendición.

Dado en Castengandolfo, en Roma el día 17 de julio de 1936, XV de Nuestro Pontificado. PIUS p.p. XI”.

Misiva del Emperador Hirohito

Sumándose a las misivas de Franklin D. Roosevelt, Adolfo Hitler y el Papa Pío XI, desde el Extremo Oriente el gobernante hondureño recibió otra misiva firmada por un personaje histórico.

La Carta Autógrafa en mención es la siguiente:

“HIROHITO, por la Gracia del Cielo, Emperador del Japón, colocado en el Trono ocupado eternamente por la misma Dinastía, A Su Excelencia el Señor TIBURCIO CARÍAS A., Presidente de la República de Honduras. Grande y buen amigo: Con gran placer hemos recibido la Carta, fechada el 20 de abril último, por la cual Su Excelencia se sirve anunciarnos que después de revisar la Constitución Política del año 1924, la Asamblea Nacional Constituyente ha firmado el 28 de marzo último, la nueva Constitución puesta en vigencia el 15 de abril de 1936 y que de conformidad con el artículo 202 de la nueva Constitución, el período presidencial de Vuestra Excelencia terminará el primero de enero de 1943. Al presentar a Su Excelencia nuestras felicitaciones por la prolongación de sus altas funciones, estamos persuadidos de que se estrecharán más aún los lazos de buena amistad que felizmente existen entre nuestros dos países y formulamos los más sinceros votos por la ventura personal de Vuestra Excelencia, así como por la prosperidad de su Nación. (f) HIROHITO (r) Hachiro Arita, Ministro de Relaciones Exteriores. Hayama, el segundo día del noveno mes del undécimo año de Showa”.

Las Cartas Autógrafas Desaparecieron

Los originales de las cuatro Cartas Autógrafas o de Cancillería reproducidas en este artículo periodístico y otras firmadas por gobernantes de América, Europa y Asia, no se encuentran en los archivos de la Casa de Gobierno, ni en los Archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Tegucigalpa.

Esos manuscritos, de incalculable valor histórico para nuestro país, podrían haberse exhibido en el Museo Presidencial que inaugurará en la capital hondureña el Licenciado Rafael Leonardo Callejas antes de terminar su mandato presidencial.

* Oscar Acosta ha sido subdirector del diario “El Día” de Tegucigalpa y director de las revistas “Honduras Literaria”, “Extra”, y de la “Revista Universidad”. Ha sido presidente de la Asociación de Prensa Hondureña y del PEN Club de Honduras. Ha publicado quince libros y ha sido encargado de Negocios de Honduras en el Perú, Secretario de Prensa del Gobierno, Embajador en España, Italia y el Vaticano.
Tomado de “El Heraldo”, del lunes 8 de noviembre de 1993.

Pepe Lobo dice que “fue golpe”

Pepe Lobo al parecer ha admitido en España que lo que sucedió el 28 de junio del año pasado en Honduras fue un golpe de Estado.

A la pregunta del judío José Levi de si lo que en realidad sucedió fue un golpe de Estado, Pepe contestó: “Claro que sí, póngalo como quiera pero fue un golpe”.

Sin embargo, el presidente Lobo argumenta que aún así con todo y golpe él es un presidente legítimo, porque el proceso electoral se desarrolló en forma independiente de lo que ocurrió el 28 de junio pasado.

El Clima de Honduras

Por: Ivelisse Murillo de Martínez

El clima de Honduras está determinado por dos factores: su geografía y los fenómenos meteorológicos.

Los elementos geográficos son:

  • Está situada en la zona tropical, entre dos océanos: Atlántico y Pacífico, a unos 1600 km. al norte del Ecuador, queda así casi 6 meses bajo la influencia de los fenómenos atmosféricos de la Región Tropical (calor y lluvia) y otros 6 meses bajo la influencia de los fenómenos originados en el polo norte (frentes fríos), con tiempo seco y fresco.
  • El relieve del territorio hondureño es irregular, la mayoría de sus montañas están orientadas en sentido perpendicular a los vientos Alisios, ej: las montañas de Comayagua, Nombre de Dios, Omoa y Montecillos.

Los principales fenómenos meteorológicos son:

  • Los vientos Alisios del Nor-Este penetran casi constantemente por el Golfo de Honduras, atraviesan el territorio hacia el suroeste, modificándose por la topografía, dejan la mayor humedad en el Norte y se vuelven más inestables después del parteaguas continental hacia las costas del Pacífico, donde llegan más secos.
  • El sistema de brisas marinas, además de su influencia en las zonas costeras, tiene efectos de corta duración en todo el país, produciendo tormentas eléctricas de corta duración cerca de Semana Santa o a principios de mayo.
  • Las ondas tropicales del Este, cuando de juntan con los vientos Alisios, generan las lluvias en casi todo el país, provocando temporales e inundaciones, especialmente en septiembre-octubre.
  • Los frentes polares con aire frío y seco, en Noviembre, bajan la temperatura en todo el país, aumentan la lluvia en el Atlántico y la disminuyen en el centro-sur del país; con los frentes fríos se inicia la estación seca en la mayor parte de Honduras.
  • El anticiclón del Atlántico Norte con vientos secos, penetra por el Golfo de Honduras, aumenta la velocidad de los Alisios y les resta humedad, acentúan la estación seca y producen el veranillo o canícula en Julio-Agosto, con efectos más pronunciados en el Centro Sur del país.

El calentamiento de la atmósfera por el aumento del efecto invernadero, la destrucción de la capa de ozono y la deforestación están cambiando el clima que cada vez es menos predecible y origina desastres naturales más frecuentes y violentos.

En 1883, Zúñiga, E. clasificó los climas de Honduras en 11 tipos climáticos con 10 variantes; pero en general se pueden agrupar en tres tipos básicos:

  • Caliente y húmedo. Ej. Litoral Atlántico,
  • Frío y lluvioso. Ej. Partes altas de montañas y bosques nublados,
  • Seco y caliente. Ej. Zona sur.
Tomado del libro “Educación Ambiental: Fundamentos Teóricos” de Ivelisse Murillo Martínez. 2002.

¿Tiene futuro la Reforma Agraria?

Por: José S. Azcona Bocock

La historia de las pretensiones de la sociedad hondureña de construir un régimen agrario más justo y eficiente ha estado plagada de grandes males a lo largo de sus décadas de historia. Este desprestigio y desilusión ha sido tan masivo que se ha perdido completamente la intención de poder intervenir en reformar la producción primaria.

Confundir los malos resultados anteriores con la imposibilidad de efectuar una reforma agraria es peligroso, además de ser incorrecto. Debemos analizar qué era lo malo del proceso de reforma y de modernización agraria pasada, y cuál es el interés de la sociedad relacionado con el campo hacia el futuro.

La reforma agraria falló por dos razones primarias: Era colectivista en su naturaleza, porque como “lo que es de todos es de nadie” un desarrollo imperfecto del sentido de pertenencia resultaba en una ineficiencia terrible. La segunda causa es que era estatista, habiendo un nulo incentivo tanto para los burócratas que manejaban el proceso como para los financistas y beneficiarios de lograr desarrollar unidades de producción viables, pues el gobierno garantizaba todo.

Luego el proceso de “modernización” agrícola tampoco ha rendido los frutos esperados, puesto que en la práctica ignora y deja fuera del sistema a la mayor parte de nuestros productores. Si combinamos esto con el aberrante paternalismo demostrado por las condonaciones masivas de deudas a grandes productores, sin verificar los estados reales de las pérdidas, resulta por consiguiente que el eficiente es castigado y el ineficiente premiado.

Si vemos los malos resultados de estas dos políticas en contraposición con la aspiración del pueblo hondureño de tener eficiencia, competitividad y oportunidades en el campo es posible pensar en lo que debemos hacer como sociedad para corregir estos problemas.

En primer lugar es necesario facilitar el acceso a la tierra a productores individuales, de forma ágil y con acceso a créditos privados. Avanzar con el proyecto del Instituto Nacional de la Propiedad y demás medidas para regularizar la tenencia de la tierra es el primer paso en este sentido. Las compras de propiedad de escala menor deben de estar sujetas a condiciones de créditos más favorables.

Es necesario que exista un sistema de seguro de producción institucionalizado. La producción agrícola es sujeta a muchas más variaciones o posibles causas de fracaso que la industria o los servicios, sin embargo estos riesgos se pueden contabilizar e incluirse dentro de los costos de producción. El seguro de producción es un excelente ejemplo de que la solidaridad es un principio que debe de seguir aplicándose en el agro.

Otra de las razones ostensibles para la reforma agraria es la necesidad de poner las tierras ociosas en producción. Se debe de tasar de forma diferenciada la tierra con uso productivo de la que no lo tiene. Esto será un incentivo para que los productores, especialmente los latifundistas con grandes extensiones en reserva, racionalicen su producción. Es necesario además llevar la protección laboral, aunque requiriese una modificación al Código de Trabajo, al campo. No es posible que la mitad de nuestra población económicamente activa no tenga acceso a un tipo de auxilio de nuestra población laboral.

Desgraciadamente, la naturaleza urbana de la mayor parte de nuestra dirigencia no nos hace pensar en la magnitud de los problemas y el potencial de nuestra agricultura. Si embargo es tiempo que todos los hondureños apoyemos de forma decidida un proceso para que el sector primario de nuestra economía sea un motor de nuestro desarrollo y le garantice una vida digna a quienes laboran en él. Debemos superar los prejuicios derivados de las malas experiencias pasadas.

(2004, LT)

Tomado del libro “Construyendo una Honduras Mejor” de José S. Azcona Bocock. Graficentro Editores. 2005.