Yo fui uno de los que apoyó el derrocamiento de Zelaya, porque a mi parecer éste nos llevaba al camino de una dictadura, y había que pararlo antes de que fuera demasiado tarde.
Sin embargo, no comparto el radicalismo que han manifestado algunos de los miembros más radicales del grupo de los «blanquitos».
Se les llama «blanquitos» en forma algo despectiva a los que apoyaron el régimen de Micheletti después del derrocamiento de Zelaya. Este nombre de «blanquitos» surgió por las marchas en las que iban vestidos de blanco los simpatizantes de Micheletti.
La organización llamada «Unión Cívica Democrática» (UCD) surgió espontáneamente como respuesta al proyecto de la «cuarta urna» que buscaba cambiar la Constitución del país.
Esta organización se ha debilitado después de la toma de posesión del presidente Lobo, ya que éste no ha seguido la línea dura de los que adversan a Zelaya.
Esto demuestra que la UCD es más una organización «reaccionaria» que cívica. La UCD no ha presentado ninguna propuesta de desarrollo del país, y solo se interesa en llevarle la contraria a los zelayistas.
Los más radicales anti-zelayistas se opusieron al traslado de la frecuencia de canal 8, aduciendo que era un acto de expropiación ilegal del gobierno, lo cual se demostró que era falso. Diario El Heraldo hizo una fuerte campaña insistiendo en esta mentira, a pesar de jactarse en su eslogan de ser «la verdad en sus manos». Por este tiempo dejé de leer asiduamente este diario
El Heraldo se caracteriza por tener un sesgo anti-zelayista demasiado pronunciado. Yo no soy un simpatizante del zelayismo, pero tampoco estoy de acuerdo en que se distorsionen las noticias para favorecer al anti-zelayismo.
Diario El Heraldo no desperdicia la oportunidad de llamar «ex militar golpista» a Hugo Chávez, cuando no viene al caso.
Algunos de los más radicales blanquitos incluso han hablado de darle un golpe de Estado al presidente Lobo, por haber supuestamente expropiado al canal 8.
Los blanquitos se oponen al diálogo con los zelayistas. Mantienen una actitud vengativa que en nada beneficia al país. Fue a través del diálogo con los representantes de Zelaya que se firmó el acuerdo Tegucigalpa–San José, el cual permitió el reconocimiento de Estados Unidos a las actuales autoridades de Honduras. Si los radicales blanquitos se hubieran salido con la suya, hubiera resultado más difícil lograr el reconocimiento de otros países.
La actitud de los blanquitos de preferir la confrontación al diálogo produciría mayor violencia sin sentido.
Yo apoyo la iniciativa del presidente Lobo de dialogar con Hugo Chávez. Los blanquitos se escandalizan de esto, porque consideran que él es una especie de encarnación del diablo. Por mi parte considero que hay que negociar con el diablo si es necesario, y que si Hugo Chávez ahora quiere colaborar con Honduras hay que permitírselo.
Los blanquitos son más papistas que el Papa al oponerse a Petrocaribe, cuando el mismo Micheletti lo aprobó cuando fue presidente del Congreso.
Es cierto que Petrocaribe no proporciona combustibles más baratos, pero nos da la oportunidad de pagarlo a plazos con tasas de interés muy bajas, lo que resulta en un excelente negocio para el país.
Los blanquitos critican los supuestos delitos de Zelaya, pero se hacen los locos con las denuncias de corrupción en el gobierno de Micheletti.
Los blanquitos critican duramente a los maestros por sus luchas gremiales, sin interesarse en examinar cual es el origen de sus reclamos. Los blanquitos hablan como si el Estado no tuviera ninguna responsabilidad por las protestas del magisterio.
Los blanquitos se oponen a los proyectos de desarrollo innovadores, como el de las ciudades modelo, demostrando su carácter de reaccionarios que se oponen al cambio.
Los blanquitos abrazan fracasadas teorías de libre mercado, inculcando el miedo al comunismo. El anti-comunismo de los blanquitos raya en el absurdo. Por mi parte considero que el socialismo bien entendido es una bella esperanza para la humanidad.
Muy bueno tu analisis acerca de esto porque las posturas de ambas partes extremas no hacen mas que seguir estancandonos en el hoyo que nos tienen las pesimas autoridades que nos gobiernan…bueno es aceptar que los blanquitos no son las blancas palomitas que dicen ser, asi como la resistencia…lo cierto es que todos queremos vivir mejor en un pais de primera…pero nuestra gente debe cambiar su forma de pensar y actuar primero …la verdad que no ajusta ahora para listar todos los males que aqueja a nuestro pais y que tiene sumido a la gente en esta pelea…tenemos que jalar para un mismo norte y no cada quien por su lado …es tiempo que se olviden de eso de camisetas rojas y blancas…y vestirnos todos de hondureños de verdad! y no andar pendejeando ! Te felicito por tu web. Saludos!