«Le doblaron el brazo a la Corte Suprema de Justicia, la forzaron a anular los juicios contra Zelaya para que Honduras pueda vuelvar a la OEA».
Eso es lo que dicen los medios anti-zelayistas como TEN Canal Diez, pero no hay ninguna evidencia de esto.
Se quejaban los blanquitos de que Zelaya no tenía ningún respeto por la ley, y que había que rescatar el Estado de Derecho.
Pues bien, la anulación de los juicios de Zelaya se hizo siguiendo los principios y formalidades legales. Por lo tanto, hay que respetarlo. Si no les gusta, pues que se aguanten. La justicia no puede pretender agradar a todos.
Se les olvida que la expulsión de Zelaya fue algo ilegal. Todo ciudadano tiene derecho a un debido proceso, y a no ser sacado del país por la fuerza. Cuando se violenta este derecho, pueden venir consecuencias legales, como la anulación de juicios.
Por su parte, los zelayistas andan equivocados si piensan que con esto se termina la acción legal contra Zelaya. El Ministerio Público ha decidido no apelar la desición de la Corte de no anular los juicios, pero eso no significa que no vuelvan a iniciar un nuevo proceso en su contra.
La anulación de los juicios no significa la admisión de que Zelaya sea inocente de las acusaciones que se le hacen, y mucho menos significa admitir que hubo un golpe de Estado el 28 de junio del 2009.
El mismo Zelaya ha dicho que «todavía continúa la persecución en su contra», que todavía no tiene garantizado sus «derechos constitucionales». Es decir, que él pretende gozar de total impunidad como condición para volver a Honduras.