Libre, Soberana e Independiente
Este es el mes del adoctrinamiento patriótico en el que se celebra la independencia política de Honduras del imperio español.
Cómo reza el escudo nacional, se celebra que Honduras es «libre, soberana e independiente».
¿Pero cuánta libertad tienen los hondureños si son víctimas de un sistema de gobierno que perjudica a sus ciudadanos? ¿De qué me sirve un estado «libre y soberano» si no soy libre y soberano en mi propia vida?
¿Qué tan libre y soberano puede ser un país en el que hay tanta inmigración por razones económicas?
No hay tal libertad. Hay que luchar para conseguirla.
Ficción Histórica. Héroes nacionales
Al contrario de lo que se enseña en los establecimientos educativos, Honduras no recibió su independencia política el 15 de septiembre de 1821.
Francisco Morazán, Dionisio de Herrera y José Cecilio del Valle no eran hondureños, eran criollos. No existía tal cosa como una identidad o sentido de pertenencia a una región llamada Honduras o Hibueras. El terreno montañoso sirvió de barrera natural para un desarrollo cultural unificado. Había una estratificación de clases sociales en el que cada grupo se sentía extranjero con respecto al otro.
Había, sí, un proyecto centroamericano que resultó fallido.
Dionisio de Herrera y Francisco Morazán eran portadores de ideas revolucionarias universalistas de inspiración francesa. Pero no supieron adaptarlas a la realidad centroamericana.
Es comprensible que no se mencione el hecho de que Morazán no era cristiano, que fue un anticatólico feroz. No quieren alienar a la población cristiana, que es la mayoría. Pero Morazán no tenía escrúpulos para incomodar a la gente. Sus principios anti-religiosos estaban por encima de la conveniencia política.
Cambio político sin revolución
Centroamérica se declaró libre de España, pero el poder siguió en las manos de los que la habían gobernado durante la colonia. No hubo cambio de verdugos.
Celebración militarista de la estulticia
¿Qué sentido tiene hacer desfiles de tipo militar con bandas de guerra en tiempos de paz? La doctrina militar es una apotéosis del autoritarismo, no tiene nada que ver con la formación de ciudadanos libres.
¿Y qué relación tienen las palillonas con los desfiles militares? ¿Cuál es el mensaje que quieren transmitir? ¿O sólo están para atraer a espectadores masculinos?
Folklore Ficticio
Honduras carece de contenido artístico y cultural propio. Para remediar esta situación se ha recurrido a la acoplación. Esto se puede ver en el caso de la música y las danzas folklóricas.
La acoplación es la adopción violenta o sutil de valores culturales ajenos, en la conducta, la lengua y las costumbres. Un experto en estas maniobras era el costumbrista Rafael Manzanares a quien Honduras le debe la variada riqueza de su folklore danzario y musical. Este señor, aficionado de los mimetismos regionales, se percató de que el país carecía de expresiones danzarias e inició todo un proceso de acoplamiento cuyos orígenes son las danzas populares europeas. Su acoplación consistió en tomar porciones de muchas rutinas y adaptarlas (con compases y medidas musicales exactas) a ciertas melodías de afán localista. Hoy, gracias a Manzanares, los hondureños exportan minués, mazurcas, polkas, colosucas, surdiales y zarzuelas bailadas con vehementes chispazos de machetes y danzarinas embadurnadas con carmesí y ataviadas con trenzas falsas sujetas a sus cabelleras exiguas. En seguida conectaron la población a este folklore ficticio y el Ministerio de Educación lo canonizó como un valor cultural propio.
(César Indiano, La Biblia del Asno)
Fervor Humanista contra Fervor Patriótico
El fervor cívico que nos quieren inculcar es estupidizante. Hay que denunciarlo. En vez de un fervor chauvinista basado en ficciones resulta mejor cultivar un fervor humanista no sectario. No tiene sentido forzar una pseudo-cultura hondureña prefabricada.