Por: Winston Irías Cálix
Carismática, talentosa, humanitaria; hizo de Catacamas su terruño adoptivo y se convirtió en embajadora de nuestra ciudad, dentro y fuera de Honduras.- Es la doctora Sigfrilda Shantall, siempre recordada con admiración por la sociedad olanchana.
Nació en el municipio de Arenales, departamento de Yoro, con el nombre de Sigfrido Pastor Argüelles
Hijo del distinguido hogar formado por el Dr. Ramón Pastor y doña Angela Argüelles de Pastor, llegó en 1961 a Catacamas, donde ingresó al Instituto «18 de Noviembre» y se graduó de bachiller en «La Fraternidad», de la ciudad de Juticalpa.
Realizó estudios de Odontología en la Ciudad de México y enseguida estableció su clínica dental en Catacamas; allí recibía pacientes de la comunidad y de todo el país, principalmente de Tegucigalpa, por su profesionalismo y avanzados conocimientos en este campo.
Una multitud muy poca vista en Catacamas fue a recibirle al aeropuerto cuando regresó del exterior tras someterse a una delicada operación, que le convirtió en el primer centroamericano en cambiar de sexo.
No se trató de una decisión sin fundamento, más bien fue una normalización de sus condiciones anatómicas de nacimiento, de acuerdo al criterio de un prestigiado médico local y de científicos extranjeros.
Previamente a la operación, fue atendida por sicólogos y otros profesionales para garantizar no solo el éxito de la operación, sino su recta personalidad y su conducta femeninas, que manifestó desde su niñez.
Todo un personaje en Catacamas; en su residencia recibía a diario decenas de hombres y mujeres que viajaban a nuestra ciudad exclusivamente para conocerla.
Cultivamos una sincera amistad.- Tuve la oportunidad de tratarla desde que fuimos compañeros de estudio en el Instituto «18 de Noviembre» y, con el tiempo, como periodista; precisamente, fui consultado por la Organización de Televisión Iberoamericana (OTI), a través del Canal 5, de Tegucigalpa, para confirmar si por sus méritos y cualidades merecía ser presentada por el destacado conductor «Don Francisco», en «Sábado Gigante».- En dos ocasiones, la Dra. Sigfrilda Shantall estuvo en ese famoso programa y recibió felicitaciones de todo el continente por su intelecto y pensamiento respecto a temas de actualidad que interesan a televidentes en cualquier parte del mundo.
Aspiraba a crear la Fundación Sigfrilda Shantall, para destinar fondos en beneficio de la familia, la mujer y la niñez; con su desaparición física ese sueño se esfumó, pero quienes fuimos sus amigos siempre recordaremos su profundo amor a Catacamas.
«Aunque Olancho es un pueblo machista, me decía, sé que sus habitantes mantienen un fiel respeto y consideración hacia la mujer; y, particularmente, Catacamas es una ciudad especial, bella, hospitalaria, progresista y civilizada.- No la cambio por otra; aquí me siento feliz.»
Tomada del libro «Catacamas – del ayer al año 2000» de Winston Irías Cálix.