Honduras es una isla en un universo paralelo

Se han dado reportes de personas que afirman recordar la muerte de Nelson Mandela con lujo de detalles. Esto supuestamente habría sucedido a principios de la década de 1980 cuando Mandela estaba en prisión.

El problema es que a estas fechas Nelson Mandela sigue vivo. Por lo que algo raro ha sucedido con los que afirman recordar su muerte.

Varias personas comentan sobre este fenómeno en el sitio web The Mandela Effect (El Efecto Mandela, en inglés).

Por ejemplo, Perry Wayne dice:

Mi esposa y yo recordamos como Nelson Mandela murió en prisión. Incluidos en esta memoria están escenas del funeral en la televisión y una disputa legal sobre los derechos de autor sobre sus libros, en los que estuvo involucrada su viuda.

Colleen dice:

Yo también recuerdo a Nelson Mandela muriendo en prisión y me asombré mucho cuando él fue electo presidente de Sudáfrica. Anoche miré la película Invictus, y me quedé pensando ¿Dónde estaba yo? Recuerdo claramente el anuncio de su muerte y me asombré de que la gente alrededor no se sintiera conmovida por este evento. También recuerdo vagamente alguna controversia sobre su «patrimonio».

Hay algunas cosas que no concuerdan con mis memorias del universo. Como ser Honduras. Yo la recuerdo como una isla en el el Caribe, no como un país en América Central.

Además de la muerte de Mandela, hay personas que dicen recordar reportes de la muerte del predicador Billy Graham.

También se reporta información geográfica diferente, como que Estados Unidos tenía 52 estados (en realidad solo tiene 50), que Nueva Zelanda estaba en una diferente posición geográfica, y que Honduras era una isla.

Otro comentarista escribe:

También recuerdo que Nueva Zelanda estaba situada al noroeste de (esto es extraño, porque la mayoría que recuerda una posición alternativa parecen recordar que estaba al noreste) de Australia, y Australia estando situada mucho más al sur y más pequeña. También recuerdo que en la escuela tuve que memorizar y ser examinado acerca de los países de Norte y Sur América. Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Guatemala eran islas que estaban en una misma ubicación relativa; más pequeñas y con diferente forma, pero similares. Aunque es totalmente posible de que yo esté recordando en forma incorrecta, ya que la geografía nunca fue mi fuerte.

¿Cómo se explican estas experiencias? Hay quienes sostienen la existencia de universos paralelos, y que de alguna manera los eventos de estos universos se filtran en el nuestro. El concepto de universos paralelos se utiliza en física y en filosofía.

Un universo paralelo podría estar relacionado con el nuestro, o surgir del nuestro, y contener diferentes versiones de los eventos que ocurrieron. Por ejemplo, es posible que en un universo paralelo al nuestro, el golpe de Estado del 2009 nunca ocurrió en Honduras.

Decálogo del Corrupto

Pequeño Manual Ilustrado para el Político Corrupto

  1. A veces tu herencia proviene de raíces ancestrales, DE TAL PALO TAL ASTILLA.
  2. Si miras que alguien es honrado, tratas de enlodarlo.
  3. Eres un empedernido burócrata por naturaleza.
  4. Cuando entregas tu chamba a otro cumples con la siguiente trilogía: NO DEJAR HUELLA.
  5. Ser sinvergüenza para ti es una gran virtud.
  6. Procuras siempre participar en las misas negras y siempre apareces figurando entre la bola de corruptos.
  7. Corrompe lo que puedas para que así pienses que el mundo que te rodea es una bola de corrupción.
  8. Si a tus manos llegan transacciones de gran cuantía, usa tu pericia de lépero, es decir tu instinto de corrupto.
  9. Recuerda que tus mejores credenciales de presentación son: el soborno, el robo, la falsificación, el timo, la zancadilla, la malversación y la apropiación de lo que no es tuyo.
  10. El mayor homenaje que tus pupilos corrompidos te pueden hacer es el siguiente: GRACIAS PADRE DE LA CORRUPCIÓN.
Tomado del libro: “Adivinanzas, refranes, bombas y trabalenguas” de Francisco Arístides Medina (Ediciones Culturales Fama).

Ramón Lobo Herrera: contra la violencia y la dependencia capitalista o comunista

Por: Augusto Irías Cálix

RAMÓN LOBO HERRERA fue una personalidad destacada de la intelectualidad olanchana, profesional del Derecho capacitadísimo, sentó cátedra como Maestro de Filosofía en el Instituto «La Fraternidad» de Juticalpa, donde con su palabra pausada y con principios afirmativos de un amplio conocimiento y dominio de la mayor parte de las ciencias del saber humano, supo incursionar en todas las líneas, tesis, teorías y corrientes ideológicas, filosóficas y sociológicas del conocimiento universal.

Este preclaro ciudadano fue un gran apasionado de los principios en que se sustentó la «Revolución Francesa»; intuyó que en tiempos no lejanos nuestro pueblo tendría que rebelarse contra la explotación de que ha sido víctima; primero, por los conquistadores españoles; después, por los ingleses que se apoderaron de las Islas de la Bahía y que incursionaron con corsarios y piratas para conquistar territorios y, por último, el colonialismo norteamericano que controla, domina, explota y limita nuestro desarrollo económico, imponiendo precios a nuestros productos de exportación que lindan con la limosna, con el aumento de intereses de préstamos leoninos que nos imposibilita pagar la deuda externa en la próxima centuria; igual con los altos precios de las importaciones de maquinaria y equipos sofisticados.

Rebatía, analizaba y sacaba sus propias conclusiones sobre las teorías y principios filosóficos sustentados por los clásicos del pensamiento universal; de lemas, teoremas, leyes físicas y metafísicas expuestas por las grandes lumbreras del pensamiento clarividente de personalidades como Sócrates, Aristóteles, Raimundo Lulio, Pericles, Demóstenes, Demócrito, Augusto Comte, Spinoza, Spencer y Ramón del Valle Inclán, etc., etc.

En su tiempo se materializaron los principios ideológicos del socialismo del judío-alemán Carlos Marx y su amigo Engels; comentó ampliamente todos sus criterios y fundamentos, y en muchos aspectos coincidió pero nunca estuvo de acuerdo en la conquista del poder por la violencia, al precio de la sangre y sacrificio de nuestros humildes compatriotas.

No estuvo de acuerdo con la dependencia de las grandes potencias que se disputan el control mundial y la explotación de las pequeñas naciones subdesarrolladas.

Discrepó de la dependencia norteamericana o «capitalista», y de la rusa o «comunista». Estuvo acorde con los cambios y conquistas sociales para mejorar las condiciones de vida de los hondureños; igual que coincidió con un socialismo humanizado, verdaderamente democrático, respetuoso a la justicia y garante de la vida y propiedades.

No comulgaba con el internacionalismo como forma de injerencia o intervención política y económica para acuerpar los intereses estratégicos de cualquier superpotencia. Propugnaba por un nacionalismo patriótico, que hiciera realidad la independencia y emancipación política y económica de Honduras.

Le tocó vivir en un período convulso de nuestra historia, en que se hacían revoluciones sin fines ideológicos y patrióticos, y únicamente para acuerpar las ambiciones de mando de grupos privilegiados, que deseaban usufructuar las alturas del poder y los beneficios económicos consiguientes.

Tuve la oportunidad de convivir con él en mi infancia, en su casa de Juticalpa, con una pared de por medio; tenía largas y profundas pláticas diarias con mi padre, el doctor Romualdo Irías Cálix. Sentía yo una profunda admiración por él, cuando expresaba sus autorizados y bien fundamentados criterios sobre diferentes aspectos de la vida nacional.

Cuando mi padre le hacía alguna pregunta, se concentraba, su rostro se ponía inmóvil y parecía que sus respuestas eran consultadas con los poderes y fuerzas cósmicas del universo.

Siempre he creído que el doctor Lobo Herrera tenía visión profética, que vivió en una época que no le correspondía, porque sus pensamientos se proyectaban con tal magnitud y fuerza, que vislumbraban la vivencia y realización de futuros acontecimientos.

Si hubiera nacido en un país europeo como Francia o Italia, etc., se le hubiera considerado como un genio o un predestinado; pero desgraciadamente las incomprensiones del medio ambiente y la ceguera intelectual de sus contemporáneos no supieron captar todo los destellos y las enseñanzas que se podían obtener de este ser superdotado y clarividente.

Su poder mental era tan grande y poderoso que no se podía circunscribir a nuestros límites físicos y astrales. De haber sido presidente de Francia, en la «Ciudad Luz», a la que amaba tanto, casi como a Olancho, hubiera realizado profundas reformas sociales con proyecciones futuristas a nivel mundial.

Su vida se podía catalogar como la de un místico, atormentado, inconforme, inquieto, sofisticado, incomprendido y constante luchador por el perfeccionamiento espiritual y material del ser humano.

Gozó de una sólida posición económica que le dejaron sus padres; y su fama, como profesional del Derecho, le inundaron su bufete de tanto trabajo y que aunque le llenaban sus arcas diariamente le agotaron su resistencia y capacidad física.

Su hermano, FRANCISCO LOBO HERRERA, brillante juventud estudiosa, murió en acción de guerra en «El Corpus», Choluteca, junto con POLICARPO IRÍAS MENDOZA, también intelectual de altos kilates y olanchano —hermano de mi padre—, luchando por redimir esta patria tantas veces mancillada por seudo demócratas, que en nombre de la libertad esclavizaban estos pueblos.

Su lápida funeraria bien podía llevar este epitafio:

«Aquí yace un hombre que con sus ideas, iluminó el sendero de la superación multilateral de sus conciudadanos».

Tomado de La Tribuna, del 3 de septiembre de 1984.

Himno La Granadera

La Granadera fue el himno de las Provincias Unidas del Centro de América y de la República Federal del Centro de América. El autor de la música es anónimo. En Honduras el himno es cantado con la letra de Rómulo E. Durón. En Guatemala hay otras dos piezas musicales conocidas como la Granadera, una en la que se exalta a la bandera nacional y la tercera de carácter religioso.

Antes de la utilización del actual himno de Honduras, ésta versión de la Granadera era la pieza que se utilizaba como himno nacional. La Granadera también sirvió de himno para las nuevas repúblicas independientes de Centroamérica, lo que da testimonio del mantenimiento del ideal morazánico de una Centroamérica unida, que fue una realidad por breve tiempo en el pasado, pero que también debería volver a realizarse en el futuro. De este ideal también da fe la bandera de Honduras, con sus cinco estrellas azules sobre una franja blanca. Estas estrellas azules representan a las cinco naciones centroamericanas que representaban a la unión federal.

El lema «Dios, Unión, Libertad» se encontraba en una versión de la bandera de las Provincias Unidas del Centro de América y posteriormente en una versión de la bandera de El Salvador. En lo que respecta al significado de «Dios» en este lema, posiblemente se refiere a la religión católica romana, que era la dominante en ese tiempo. La «Unión» se refiere a la unión de las naciones centroamericanas, y «Libertad» es un término ambiguo, pero tal vez se refiere a la libertad como independencia del imperio español.

El himno empieza con una evocación al sol del amanecer, como símbolo de un nuevo comienzo para una nación o grupo de naciones que formaba parte del vasto imperio español, pero que ahora aspira a ser independiente y alcanzar gloria por sí misma. La bandera de la unión centroamericana es el símbolo de esa esperanza, esperanza que pronto se vio frustrada al disolverse la unión, pero que podría reactivarse con el renacimiento de una renovada conciencia centroamericana.

Himno La Granadera

Letra por Dr. Rómulo E. Durón
Música: Anónimo

Ya se ve, patria mía, en tu oriente
nuevo sol esparcir claridad,
ya podemos con voz reverente
pronunciar, Dios, Unión, Libertad.

Cambiarán ya tu vida y tu suerte
un solo hombre tus hijos serán
ya entre ellos no habrá guerra a muerte,
y dichosos tu bien labrarán.

Ya podrás alcanzar pura gloria,
de tus próceres sueño tenaz
y el laurel de tu espléndida historia
será signo de triunfo y de paz.

Salve, patria, tu hermosa bandera
luce al viento del cielo el color,
a su sombra juramos doquiera
a vencer o morir por tu honor.