Estamos en tiempos difíciles.
Esta es la impresión que tenemos al pasar revista a las últimas noticias de Honduras y el mundo.
Por ejemplo, el escándalo de corrupción en Hondutel. La empresa Latin Node confesó en una Corte de Miami que había sobornado a funcionarios de Hondutel. Inmediatamente, el gobierno de Mel Zelaya lanzó una campaña de cortinas de humo acusando de difamación al señor Otto Reich, que fue un funcionario norteamericano. Una vez más, el gobierno abusa de las cadenas nacionales y de anuncios pagados, en clara pose dictatorial.
Luego, en la Convención del Partido Liberal. Mel Zelaya trató de impedir que Roberto Micheletti, actual presidente del Congreso Nacional, fuera juramentado presidente del Central Ejecutivo de este partido. Al parecer Mel Zelaya resiente la oposición firme de Micheletti contra su proyecto de la cuarta urna para perpetuarse en el poder.
Lo gracioso fue escuchar las declaraciones de Patricia Rodas, la ideóloga de Mel, acusando a Micheletti de ir contra los estatutos del Partido Liberal, cuando ella misma los incumple.
El Partido Liberal está claramente dividido, entre el pequeño grupo que apoya a Mel Zelaya y sus pretensiones continuistas, y los que lo adversan. Aunque el grupo a favor de Mel es pequeño, es el que tiene el poder.
Es cierto que abuchearon a Micheletti cuando este fue juramentado, pero algunos dicen que fue un grupo de activistas pagados por el gobierno. Otros dicen que Micheletti es ampliamente rechazado en las bases del Partido Liberal. Lo cierto es que el candidato presidencial Elvin Santos designó a Micheletti en la presidencia del Central Ejecutivo para cimentar la unidad del Partido y llevarlo a la victoria.
El ataque del presidente Mel Zelaya contra Micheletti da la impresión de que se ha propuesto destruir a su propio partido. Esto concuerda con la percepción de que Mel está preparando el escenario favorable para continuar en el poder.
Por otra parte, el Ejecutivo ha tardado demasiado en presentar el Presupuesto Nacional de este año, por lo que las dependencias del gobierno están trabajando con el presupuesto del año pasado. Este atraso entorpece la gestión pública, y amenaza con sabotear el proceso electoral, lo que conviene a las pretensiones continuistas mencionadas.
El propio Roberto Micheletti ha añadido más leña al fuego al presentar su proyecto de l decimo-quinto salario. Lo que vendría a aumentar más el desempleo producido por la medida del aumento desproporcionado al salario mínimo del presidente Zelaya. El propio Zelaya se ha opuesto a esta medida, calificándola de «populista». Sin embargo, él está de acuerdo con que se pague el decimo-quinto salario, con tal de que éste sea financiado en forma íntegra por los empleadores, y no se les brinde a éstos ninguna deducción de sus impuestos.
Al gobierno parece olvidársele que estamos en medio de una crisis económica internacional, y que este no es el momento para discusiones estériles y medidas populistas, si es que realmente les interesa el bienestar del pueblo.
Pero es claro que éste no es el caso. No les interesa el pueblo. Estamos en un año electoral, y los políticos tienen la mira en los puestos públicos. Pero la dimensión de la crisis actual debería despertarlos de su estupor producido por el hambre por el poder. Es necesario resolver los problemas actuales, no crear nuevos. Es necesario más diálogo, no más confrontación. Pero es inútil.
Y por si fuera poco con la crisis económica internacional y la torpe gestión gubernamental, ahora tenemos la amenaza de la gripe porcina, que se espera que pronto llegará a Honduras, provocando más muertes y deprimiendo aun más la economía.
Y mientras tanto, Mel Zelaya inunda los medios con su campaña por la cuarta urna, y su defensa de las acusaciones de corrupción contra Hondutel, llegando al punto de dedicarle un anuncio televisivo desprestigiando a Otto Reich.
Y aún con todo esto se jacta de ser el mejor gobierno de la historia de Honduras, y pretende quedarse en el poder. El caradurismo de Mel y sus seguidores es increíble.
Chequen el Especial de Soborno en Hondutel de diario El Heraldo.
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