Imagen: Lanza del Destino
Por: Darío González
En todas las regiones de nuestro país, existen creencias populares. Danlí no podría ser la excepción; a través de generaciones se ha arraigado en la conciencia del pueblo la existencia de estos personajes que es raro que alguien no sienta temor por la sucia, la chula o los molestos duendecillos.
La sucia
Aparece en noches de luna atrayendo a los hombres lujuriosos a lugares despoblados, donde ser ríe de ellos y les muestra sus senos voluminosos, diciendo tomá tu teta.
La chula
Es un ser misterioso que provoca en los niños un miedo terrible, la chula está en todos lados y siempre está dispuesta a concurrir al primer llamado que se le haga.
El cadejo
Es un cuadrúpedo fantástico de ojos chispeantes, tiene la apariencia de un perro y topetea a los transeúntes que andan a las doce de la noche en cosas no muy santas.
La carreta sin bueyes
En noche sin luna y cuando Danlí carecía de luz eléctrica recorría la ciudad una carreta sin bueyes, el rechinar de sus ejes se oía a lo lejos, lo mismo que el quejido lastimero de almas en pena.
La mano pachona
Aparecía en la Escuela «Pedro Nufio» a los alumnos desaplicados y malcriados; se representa como una mano peluda y aparecía según narraban los escolares cuando menos se esperaba, dándole su merecido al alumno desaplicado.
El duende rojo
Es un hombrecillo de escasa estatura que gusta vestir de rojo, se enamora de las muchachas hermosas que seduce con canciones y promesas; se cuentan en nuestra ciudad varios pasajes de este misterioso hombrecillo que al ser rechazado en sus pretensiones causa un sinnumero de represalias.