Archivo por meses: septiembre 2010

Día de la Biblia en Honduras

El día nacional de la Biblia se celebra en Honduras el último domingo de Septiembre.

Esta celebración fue instituida en forma oficial por el Congreso de la República en el año de 1988. La moción fue presentada por Glen Solomon, que en ese tiempo era diputado por el departamento de Islas de la Bahía.

El día nacional de la Biblia es celebrado exclusivamente por las sectas evangélicas, ya que la Iglesia Católica ya tiene definido el día de la Biblia como el 30 de septiembre, en honor a San Jerónimo, distinguido biblista católico autor de la La Vulgata, la traducción de la biblia al latín.

Algunas sectas evangélicas salen a desfilar en las calles este día, portando pancartas exaltando este libro sagrado, que en realidad es una compilación de varios libros. Ellos recomiendan la lectura de la Biblia para encontrar la salvación espiritual y la formación en valores éticos.

Lectura de la Biblia en las escuelas

En el año 2000, siendo presidente del Congreso el profesor Rafael Pineda Ponce, se aprobó una ley que ordenaba la lectura de pasajes selectos de la Biblia en las escuelas. Esta ley, que fue aprobada en forma demagógica cuando Pineda Ponce aspiraba a la presidencia de la República, nunca se puso práctica por ser obviamente anti-constitucional, ya que la Constitución de Honduras establece que la educación debe ser laica.

El decreto que ordenó la celebración del día nacional de la Biblia, declarándola como «libro predilecto de los hondureños», también debería de revisarse, ya que a un Estado laico, como es el de Honduras, no le corresponde legislar en asuntos de religión.

Los temores de la derecha hondureña

Lo que impulsó el derrocamiento de Zelaya fue el miedo, el miedo de que se convirtiera en un dictador chavista. Este miedo le dio fuerza al gobierno interino para soportar la enorme presión internacional en su contra.

Pero ahora, ese miedo cobra factura cuando impide actuar en una forma racional ante los desafíos que enfrenta el país.

Las acciones del presidente Lobo son comparadas con las que tomó Zelaya en su tiempo, y al hallar cualquier parecido se procede a sonar las alarmas. Que si Zelaya era autoritario, y Pepe también tiene inclinaciones autoritarias, eso significa que van de la mano por el mismo camino del chavismo.

Si Mel Zelaya se enfrentó a la Corte Suprema de Justicia en el asunto de la cuarta urna, y Pepe Lobo hace algo parecido con el asunto del Canal 8, eso quiere decir que Pepe va por el mismo camino de Mel, y merece el mismo castigo. Así razonan, con extraordinario simplismo.

Como la OEA y la ONU condenaron lo que entendieron como un golpe de Estado en Honduras, hay militantes de derecha que rechazan por principio cualquier ayuda en temas de justicia y derechos humanos que venga de estas organizaciones. Como si no existiera impunidad en Honduras, como si el sistema de justicia fuera super-eficiente que no necesita ser perfeccionado, como si no hubieran violaciones a los derechos humanos en Honduras: así actúan los chauvinistas hondureños, por una mera reacción emocional contra los que consideran enemigos suyos, viendo conspiraciones de izquierda donde no las hay.

Honduras no se puede aislar del mundo permanentemente. Honduras necesita de las ayudas internacionales para financiar su presupuesto, por lo que tiene que ceder en algo ante otros países, aunque se hiera el orgullo de los chauvinistas.

Sobre el Bajo Aguán, dicen que Pepe Lobo está expropiándole las tierras a Miguel Facussé, a pesar de que no se ha emitido ningún decreto de expropiación. No piensan que tal vez Pepe no quiere solucionar el asunto de invasiones mandando a la policía para no producir una masacre y una espiral de violencia, y por eso buscó una solución negociada.

Sobre el Canal 8, el gobierno no le ha expropiado nada a Teleúnsa, solo se procederá a hacer una migración de frecuencia para el canal que ésta había solicitado. Esto no es la primera vez que se hace, por lo que no tiene que causar ningún escándalo. Todas las frecuencias que el Estado asigna le pertenecen a él mismo, quién solo las da en concesión a quien estime conveniente, por lo que no tiene sentido hablar de «expropiación de frecuencias».

Sobre la Secretaría de Derechos Humanos, no hay nada malo en principio con tener tal ministerio. Pero hay quienes ya se están imaginando que esta sería usada en forma vengativa por los zelayistas, y por eso se oponen a ella.

La cultura de la sospecha, la cultura del miedo, el miedo a la sombra de Zelaya, es lo que está cultivando la torpe derecha de este país. Se reacciona en base al miedo, y no en base a la razón.

Así como la izquierda zelayista carece de un planteamiento teórico que la guíe en su accionar, y se basa en puras consignas, así también a la derecha hondureña le hace falta reflexión, y no atina a establecer sus metas y prioridades. Por que no tiene sentido estar hablando de derrocar a Pepe —como algunos lo hacen— por temas que les producen inquietud, pero que no son determinantes, como el asunto del Canal 8.

No es sabio rechazar ayudas para Honduras por los temores infundados de una supuesta conspiración izquierdista para desestabilizar al país. Si viene una Comisión contra la Impunidad de la ONU, hay que darle la bienvenida. Para cualquier cosa que nos pidan, hay que hacer una análisis de costo/beneficio y actuar racionalmente, no basándonos en prejuicios.

Roatán, Morat y Barbareta

Por: Jesús Aguilar Paz

Los nombres de estas tres islas, que corresponden al archipiélago hondureño, que constituye el departamento de Islas de la Bahía, antigua Guanajos; según la leyenda, no son de origen indígena, que el primero si lo es, Roatán, ni español, sino que viene del inglés, lo que se explicaría por la usurpación hecha, por Inglaterra en los tiempos de las guerras de España. Bien sabemos que la grandeza de algunas naciones se la deben a esta América, que por medio de España, les remitía su oro constante y sonante, en la compra de efectos comerciales, que la madre patria no fabricaba, por la imprevisión de sus gobernantes, o bien por la piratería detestable.

Pero tratamos de saber el origen de los nombres citados y a ello vamos.

Los primeros piratas que ocuparon la principal de las islas, después de desalojar las guardias coloniales, precisamente se encargaron de recibir a los personajes usurpadores, unos animalitos dignos de ellos, por los roedores: las ratas. Impresionados los piratas por tal acontecimiento, exclamaron: ¡Rat-land!, o sea tierra de ratas, de donde salió el nombre de Roatán.

Desde luego, pronto no cupieron en esta isla y según la pirática costumbre de esa nación, de ocupar toda la tierra, muy luego fueron a dar que hacer a la siguiente islita, hacia el norte. Allí aparecieron a hacerles igual recibimiento, varias bandadas de ratas, por lo que los empedernidos aventureros, asustados, exclamaron nuevamente: ¡More-rats! Es decir, más ratas, por lo que la isla se bautizó con este nombre, o sea, Morat.

No satisfechos, como ya lo hemos hecho constar, dichos aventureros quisieron ocupar más tierras, y los piratas ingleses se fueron a ocupar la isla siguiente, que es la de Barbareta.

Aquí la regla anterior no falló y los congéneres de los piratas, los roedores, salieron prestos a recibirlos, pero en cantidad enorme. Los piratas, que una vez pintó tan justamente su propio paisano, el dean Swift de Jonatán, en sus viajes de Gulliver, asombrados de semejante peste, exclamaron: ¡Barbar-rats!, es decir, barbaridad de ratas, de donde resultó el nombre de la citada isla: Barbareta.

Cansados de ver ratones los piratas, no siguieron por entonces su incursión usurpadora, pero no porque se curaran de su megalomanía dominante, como lo atestigua la historia, pues de las islas hubo que sacarlos a cañonazos limpios, según el Mariscal Matías de Gálvez.

Como se sabe, después volvieron a cometer la necesidad de ocupar nuevamente estas Islas de la Bahía, indisputablemente de Honduras, pero esta última vez fue el General Guardiola, quien los sacó… ¡a sombrerazos!

Tomado del libro «Canasta Folklórica Hondureña» de Eduardo Sandoval. JES Ediciones.

Interpretación del Acta de Independencia de Centro América

El Acta de Independencia de Centro América se ha tergiversado para fines de propaganda patriótica. Según la versión oficial éste es el documento fundamental de la Independencia de Centro América.

La verdad es que el acta no es clara con respecto a la independencia de España y, peor aun: no tiene valor jurídico ni valor de doctrina política.

¿Quién proclama la “independencia”?

Un grupo de “distinguidos miembros”, entre los cuales hay algunas autoridades civiles y eclesiásticas, las cuales no estaban facultadas ni legal ni moralmente para declarar la independencia. Este grupo pide que Gabino Gaínza, el gobernador español de Centro América —que entonces se conocía como Capitanía General de Guatemala— declare la independencia de la región; aunque por otro lado piden la formación de un Congreso regional que decida si procede la independencia o no. Es decir, que dejan la puerta abierta para la continuación del régimen colonial dependiente de España.

Y la razón por la que se pide que Gabino Gaínza proclame la independencia con tanto apresuramiento es para “prevenir las consecuencias que serían temibles en caso de que la proclamase de hecho el mismo pueblo.”

Que las intenciones de independencia no eran sólidas lo confirma el hecho de la anexión a México que se dio a continuación.

El Congreso al que se refiere el acta nunca se realizó. El pueblo no fue consultado sobre el tipo de gobierno que quería tener. La religión católica fue ratificada como la religión oficial del Estado.

¿Representa este documento un golpe de Estado o una revolución?

Ni lo uno ni lo otro. Fue una maniobra diseñada para ganar tiempo y evitar un alzamiento popular que pusiera en peligro a la aristocracia en el poder. Siguió el mismo grupo de criollos en el poder, las mismas autoridades, el mismo sistema colonial, la misma religión. La ruptura con España solo benefició a los criollos que ya no tenían que pagar impuestos a la Corona Española.

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