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Canciones de Danlí


Iglesia Catedral «Inmaculada Concepción» de Danlí.

Del CD «Danlí, sus Poetas y Cantores» he elegido cinco canciones que considero emblemáticas de esta ciudad. Canciones con las cuales muchos danlidenses estamos familiarizados, o deberíamos estarlo.

Las dos primeras son casi como himnos populares de esta ciudad, por la manera en que la celebran. «El Jamastreño» nos cuenta la historia de un humilde campesino que viene todos los días de Jamastrán a Danlí. «Visita Villa Ahumada» celebra la belleza y candor de las estudiantes de esa Institución de Señoritas, que en su tiempo fue famosa por reunir las muchachas más bellas de Honduras, pero que ahora se ha convertido en una institución mixta, perdiendo algo de aquel prestigio de antaño. Las cuatro canciones celebran la belleza de la mujer danlidense.

«Voces de la Tarde» es una bella canción de cuna de tradición barroca. Su autor, Manuel de Adalid y Gamero, fue director de la mítica Banda de los Supremos Poderes.

El CD completo lo pueden pedir a Radio Providencia de Danlí.

Mi Danlí
Voces de Honduras
Luis Mamilio Rodas

Rodeado de colinas se encuentra mi Danlí
a quien yo quiero tanto, por eso canto así
Su cerro San Cristobal, su piedra de Apagüiz
envueltos en leyendas vigilan noche y día
a mi ciudad Danlí…

Tienes mujeres tan hermosas como una linda rosa
en un bello jardín.
Ellas, que son tan primorosas, también muy amorosas
adornan tu vergel.
Lloro cuando de tí me alejo, y añoro mi regreso
con ansias y pasión.
Oh, mi Danlí, cuanto te quiero
con todo el sentimiento, cantando esta canción
te doy mi corazón.

Lloro cuando de tí me alejo, y añoro mi regreso
con ansias y pasión.
Oh, mi Danlí, cuanto te quiero
con todo el sentimiento, cantando esta canción
te doy mi corazón.
Mi Danlí, mi Danlí.

Danlí, Tierra Mía
Los Sáhilas
José A. Umanzor

Danlí, ciudad de las colinas
pedacito de tierra, de tierra querida
en donde yo nací
Aunque me vaya lejos muy lejos
y aunque pasen los años, ciudad de las colinas
yo te recordaré.
Tu Jamastrán, con sus grandes maizales
también sus tabacales, tabaco que en el mundo
siempre será el mejor.
Y tus mujeres, con sus labios de fuego
mujeres que se entregan, con alma y corazón.
Óyeme tú, si vienes a Danlí
y si eres extranjero, y por allí soltero
aquí en Danlí te quedarás.

Y tus mujeres, con sus labios de fuego
mujeres que se entregan con alma y corazón.
Óyeme tú, si vienes a Danlí
y si eres extranjero, y por allí soltero
aquí en Danlí te quedarás, te quedarás
te quedarás…

El Jamastreño
Los Bohemios
José A. Umanzor

Vengo desde Jamastrán a la ciudad de Danlí
Para llenar de alegría a mi triste corazón
Con gran pesar he dejado, en el rancho a mi mujer
Pues casi nunca me alejo de mi único querer.
Cuando yo llego al mercado con mi cumbito de chicha
para vender mi maíz y mi carga de frijoles
ya cuando estoy en el pueblo y veo una india hermosa
me olvido de la pobreza que dejé en aquella choza.

Vengo desde Jamastrán a la ciudad de Danlí
Para llenar de alegría a mi triste corazón
Con gran pesar he dejado, en el rancho a mi mujer
Pues casi nunca me alejo de mi único querer.
Cuando yo llego al mercado con mi cumbito de chicha
para vender mi maíz y mi carga de frijoles
ya cuando estoy en el pueblo y veo una india hermosa
me olvido de la pobreza que dejé en aquella choza
ya cuando estoy en el pueblo y veo una india hermosa
me olvido de la pobreza que dejé en aquella choza.

Visita Villa Ahumada
Los Sáhilas
José A. Umanzor

Cuando vengas a Danlí
llégate hasta Villa Ahumada
en donde sí encontrarás muchachas para elegir
ya verás tú mi compay, que musas más adoradas
y después tú me dirás que son muy enamoradas.
Allí tú encontrarás sampedranas y teleñas,
de Ceiba y Tegucigalpa, Comayagua y Choluteca
De Islas de la Bahía, Santa Bárbara y Colinas
De Ocotepeque y Progreso, Olancho y El Paraíso
corteñas y de Danlí, y de toda nuestra Honduras

Si te dicen que te quieren no lo vayas a creer
pues ellas son muy bonitas pero muy ilusionadas
y si dejas una novia tú tienes que regresar
a las fiestas y veladas para poderla besar.

Voces de la Tarde
Voces Danlidenses
Manuel de Adalid y Gamero

Dice la campana con su clara voz
que de los afanes la hora terminó
sobre la alta sierra ocultóse el sol
y las aves cantan al día un adiós
flota en el ambiente un místico rumor
es que de los niños se eleva la oración.
Ven da un beso a tu madre, que siempre pide a Dios
que de dicha te colme y te de su bendición.
Duerme mi bien, duerme mi amor
duerme pedazo de mi corazón.
Junto a tu cuna velaré yo
y velará el ángel que te envía Dios
Ya de la noche, negro crespo
montes y valles, todo cubrió
y en la fuente veo del astro el fulgor
ya de la campana se ciñó la voz
ya de los afanes la hora terminó.

Romance de la Ciudad de Danlí

Por Jorge Federico Travieso.

DANLÍ, para que la guarden
tiene cuarenta colinas,
firmes de pinos al hombro
y banderas de neblina;
cuando DANLÍ se despierta
le cantan con voces finas
un himno de trinos altos
en flautas y mandolinas.

DANLÍ tiene cielo azul
llenito de serafines.
Las iglesias los persiguen
con las torres para arriba,
y cuando dan en el blanco
caen sobre las colinas
los serafines heridos
hechos crepúsculos lilas.

Ciudad de los abolengos,
bien fundada y bien crecida,
un llanto de valses rotos,
te acarician las mejillas
y un apego de blasones
y romances con hombría
te sueña de España antigua
y te baila de cuadrillas.

Ciudad donde la pobreza
juega con la jerarquía
un damero de peones
coronados y vencidos;
en que brilla como nunca
ganadora la hidalguía
sobre frentes ruborosas
y ancianitas de mantilla

¡Ah, ciudad de mis amores!
Cuando la muerte me mire
será por los ojos claros
de tus cuarenta colinas;
más no te diré en qué brazos
pues camino de venida
traía mi corazón
en tres rodajas partido.

DANLÍ de mis ensoñares,
Danlí de las serranías,
Danlí de gallos sonámbulos
y de vacas sin esquila,
fresco de rosas abiertas
y loco de golondrinas,
divino de tres amores
en mi corazón partido.

Espera, espérame, espérame
que ya regreso, en seguida,
para decir un «te quiero»
por el resto de mi vida
un «te quiero» de cristal
en que estarás comprendida
tú, la de mis ensoñares.
¡Mi ciudad de las colinas!

Tomado del libro «Páginas de Oriente» de Federico González C.

¡Viva el comunismo!

El siguiente relato fue tomado de la revista Danlí, Leyenda y Misterio II Edición.

Vos fuistes Angel!!

Hace muchos años nuestro amigo Ángel, jefe de una honorable familia de la ciudad, fue víctima de un cruel atropello propio del sistema político que imperaba en nuestro país, regidos por un gobierno de facto, irrespetuoso de la ley y de la dignidad humana.

En aquella época era muy común «el oregismo», apelativo que se le daba a la persona que en forma inescrupulosa se dedicaba a fustigar a la gente honrada, acusándolos de insubordinación, conspiración y delitos inexistentes por que para ellos, quien no era gobiernista era comunista.

Resulta ser que una mañana fresca de un día cualquiera y quizás travesuras de algunos estudiantes del Instituto Departamental de Oriente, aparecen las paredes del cementerio general pintadas con letras gigantes y la leyenda «viva el comunismo».

Aquello alarmó a los jerarcas militares de la zona y de inmediato pusieron a trabajar a los hombres de inteligencia para capturar a los responsables de aquel delito de lesa patria.

La maldad se impuso a través de un connotado oreja, señalando a nuestro amigo como el causante de aquella irrespetuosa propaganda comunista.

Un contigente de militares irrumpe la tranquilidad de aquel hogar y Ángel que recién se había fracturado, lucía su pierna izquierda enyesada y auxiliado por dos muletas; se sorprende de aquella abrupta e irrespetuosa acción. El oficial de mando se dirige a él, y le dice:

«Por órdenes de mi jefe, quedas detenido «comunista de marras».

Aquel hombre fue sacado violentamente su casa y como un animal lo introdujeron al interior del carro militar.

«Ángel» no entendía nada y un tanto alarmado se atrevió a preguntar cuál era la razón de su detención y la respuesta fue un culatazo en el pecho. Igual de como lo sacaron de su casa, así en forma violenta lo metieron al despacho del comandante, quien una vez que conoció los antecedentes de su captura dijo:

– Así que vos sos el subversivo que atentas contra la seguridad del estado y que pretendes derrocar nuestro gobierno progresista.
– Sargento Padilla, alísteme la capucha, vamos a sacarle la verdad a este jodido, y quiénes son sus compañeros de célula, para fusilarlos.

Aquel hombre casi lloraba de la impotencia, pero sacó fuerzas de flaqueza y con voz fuerte le dijo al jefe militar:

– me han traído de mi hogar sin ninguna justificación soy un ciudadano honrado, dedicado al trabajo y pago correctamente mis impuestos, ésa es una acusación descabellada, en primer lugar no entiendo eso del comunismo y en segundo lugar en que cabeza cabe, que en esta condición física, yo pude haber pintado las paredes del cementerio.

Terminando de hablar nuestro amigo cuando del cuarto contiguo al despacho del comandante apareció un individuo no identificado como una recalcitrante oreja y enemigo político del acusado diciendo:

-Si, vos fuistes Ángel
– Yo te vide

Aquel cínico hombrecillo de tez blanca, ojos zarcos y manipulando un palillo entre sus dientes, repitió:
-Si, vos fuistes Ángel
-Yo te vide

De repente Ángel se olvidó que estaba facturado y se tiró sobre el y se armó una tremenda pelotera, que al final y gracias a la gestión de numerosos amigos, aquel jefe militar, se vio obligado a excarcelar a nuestro amigo Ángel.
Posteriormente dio órdenes para que aquel oreja le dieran tremenda paliza y lo tiraran al famoso calabozo.

El Mono Lujurioso

Cuento tomado de la revista Danlí, Leyenda y Misterio, II Edición.

Los hombres en nuestro afán de demostrar un inteligente machismo, sufrimos muchas veces desengaños, otras veces nos llevamos chascos como lo ocurrido a un buen amigo nuestro:

En El Arenal hay un centro que los Danlidenses conocemos como El Lugar Tranquilo, allí, se puede comer carne asada, yuca con chicharrón, refrescos y otro tipo de golosinas.

Además hay un pequeño zoológico en donde se pueden admirar monos, guaras, pisotes, conejos y muchos otros tipos de aves.

En el lugar alquilan cuartos a las parejas que lo soliciten.

En cierta ocasión, nuestro amigo llevó a una amiga al lugar tranquilo, alquilaron un cuarto y se entregaron a los anhelos y regocijos.

Un mono logró escaparse de su cautiverio y comenzó a caminar por el techo del cuarto, donde estaba la pareja.

Tan absortos estaban en sus arrumacos, que no se dieron cuenta que el mono desencajaba el cuarto, y al ver a la pareja, en el animal se despertaron sus apetitos sexuales y ni corto ni perezoso, se lanzó sobre nuestros amigos, con tal acierto que cayó sobre las espaldas desnudas del hombre, la cola se afianzó entre sus piernas y con sus brazos le atenazaba el cuello.

El amigo al sentir aquel bulto sobre su cuerpo, sorprendido se levantó, y al mirar el mono creyó que era el diablo y comenzó a gritar desaforazadamente, saliendo desnudo junto a la dama, ante la sorpresa de la clientela del lugar.

De no haber sido porque la dueña del negocio salió y le quitó el mono, nuestro amigo todavía anduviera corriendo. Concluyó el perrero más grande que existe en Danlí.