Archivo por años: 2009

No quieren comida rápida, ni colegios bilingües

Hay personas que militan en grupos de izquierda que tienen unas ideas un tanto extravagantes y chauvinistas.

Y hay personas en grupos que dicen defender los intereses de los trabajadores que están alucinados con estas ideas.

Y es costumbre, que en el día del trabajo, algunas de estas personas se dediquen a pintar graffittis con sus curiosas consignas en las instalaciones de las comidas rápidas.

Hoy vi en Dunkin Donuts del centro esta leyenda: «¡Que vivan las baleadas! ¡Fuera las transnacionales!»

Es una ideología muy mal pensada. Destruir la empresa privada no puede beneficiar a los trabajadores, todo lo contrario.

Si la gente quiere comer baleadas, nada se los impide. No hay necesidad de prohibir las franquicias extranjeras de comida rápida.

Es cierto que resulta incorrecta la exención de impuestos que tienen estas franquicias en Honduras. Pero suspender estos privilegios no es sencillo, por que ello acarrearía demandas millonarias en contra del país y una mala imagen para el país, del que se pensaría que no tiene «seguridad jurídica».

Por otra parte, ayer me llegó un comentario de un simpatizante de la cuarta urna, que al parecer está de acuerdo con que Mel implante una dictadura para prohibir las franquicias de comida rápida, las telenovelas y los colegios bilingües.

Lo de los colegios bilingües parece ser una burda manifestación de anti-americanismo. Al parecer odian a los colegios biligües por que estarían trayendo la perniciosa cultura gringa. Esto me resulta un tanto patético.

En vez de atacar a las franquicias internacionales, sugiero que mejor se concentren en ayudar a los pequeños empresarios que quieran establecer negocios de comidas típicas.

No hay nada malo en aprender inglés, al contrario es una ventaja en estos tiempos de globalización, y el dominar esta lengua no nos convierte en admiradores incondicionales de la cultura americana, con todos los vicios que pueda tener.

La Huelga del 54

Longino Becerra, en su libro «Evolución Histórica de Honduras» (2005) nos relata como sucedió la famosa huelga del 54.

Pero antes, es necesario tener en cuenta que las compañías bananeras de origen estadounidense establecidas en la Costa Norte de Honduras tenían una enorme influencia económica y política en este país. Tanto que llegaron a colocar y sobornar presidentes. Se dice que los presidentes Tiburcio Carías Andino y Juan Manuel Gálvez eran marionetas de los intereses de estas compañías.

Longino Becerra dice:

Sus orígenes [de la huelga] fueron aparentemente fortuitos, pero en realidad, estaban conectados con la crisis estructural predominante en el país y la necesidad de introducir reformas económicas, políticas y sociales. La chispa de la huelga fue un conflicto laboral surgido a mediados del mes de Abril en el muelle de Tela. Resulta que varios trabajadores cargaron varios barcos durante la Semana Santa, desde el miércoles 14 hasta el sábado 17. Como no acabaron con la fruta les fue necesario trabajar el domingo 18. La United Fruit Company interpretando a su antojo el decreto No. 96, del 4 de marzo de 1949, pagó doble los días feriado de Semana Santa, pero únicamente reconoció día y medio por el domingo 18. Los estibadores, en vista de tal arbitrariedad, no cobraron sus cheques y amenazaron con una huelga el día 24…

Estos reclamos pronto evolucionaron hacia una demanda de aumento salarial del 50% y se formó un Comité Central de Huelga (CCH) con representantes de los distintos distritos de la United: Tela, Cortés, El Progreso, La Lima y Bataan.

Con el fin de doblegar a los trabajadores, la United optó por dos estrategias: desgastar la resistencia de los trabajadores por medio de la prolongación de la huelga, y dividirlos mediante intrigas.

Fue la segunda la estrategia más exitosa.

En la ciudad de La Lima, el señor Manuel de Jesús Valencia logró crear enemistad del Consejo Local contra el CCH, acusando a César Augusto Coto, delegado de éste, de ser «comunista».

El 9 de julio, después de 66 días, terminó la huelga al firmarse un convenio con exiguas concesiones a los trabajadores, basadas en la oferta del 1 de julio, es decir, un incremento salarial de L 0.10 por hora y una gratificación de L 40.00 para los trabajadores que se reincorporaran de inmediato a sus labores. El hambre, la represión policial, las intrigas y la traición lograron, por fin, quebrantar la voluntad de lucha de los obreros. Sin embargo, si bien no obtuvieron de inmediato lo que se proponían, con su acción cambiaron el curso de la historia hondureña. El movimiento obrero fue legalizado, se emitieron nuevas leyes de carácter social, y sobre todo, a raíz de la huelga surgió la posibilidad de un cambio en el esquema de las clases sociales…

Incultura hondureña

Carlos Molina escribe un post criticando las malas costumbres de los hondureños y el estado deplorable de las ciudades de Honduras.

Él considera que si hubiéramos sido conquistados por holandeses o alemanes en vez de españoles, otro gallo nos cantara. Pero por haber sido conquistados por españoles hemos heredado de estos «la cultura de la destrucción».

Por eso, somos irresponsables, peresozos, desordenados, impuntuales, mentirosos, sucios, contaminadores, ladrones y corruptos.

Carlos Molina comparte la opinion de César Indiano en su libro «La Biblia del Asno», de que «vivimos en un país de mierda».

Pero Molina se contradice, por que admite que en otros países de Latino América hay una cultura más avanzada, sin embargo, ellos también fueron conquistados por los españoles.

Esto me recuerda cuando en una expocisión en una clase de la universidad yo comentaba que «los hondureños somos haraganes». Y el profesor me preguntó: «¿Y usted se considera haragán?.» Y yo le dije: «No». «Entonces no generalice y no diga que todos los hondureños somos haraganes». Y admití que el profesor tenía la razón. Este tipo de generalizaciones son incorrectas.

Hay muchas teorías que tratan de explicar el subdesarrollo, pero ninguna de ellas es completamente satisfactoria. En vez de acomplejarnos por nuestra supuesta incapacidad cultural, debemos de proyectarnos hacia el futuro, pensando en el tipo de pueblo y de personas que queremos ser, y tomar acciones para llegar ahí.

Si queremos cambiar, debemos ser optimistas y esperar lo mejor. La malas opiniones que tenemos de nosotros mismos se vuelven en contra de nosotros, y nos impiden mejorar, pensando que no tiene sentido hacer un esfuerzo, por que la lucha está perdida de antemano. Estas creencias sobre la identidad hondureña se vuelven profecías que se cumplen a sí mismas. Rompamos el círculo vicioso del pesimismo.

Más crisis y más escándalos

Estamos en tiempos difíciles.

Esta es la impresión que tenemos al pasar revista a las últimas noticias de Honduras y el mundo.

Por ejemplo, el escándalo de corrupción en Hondutel. La empresa Latin Node confesó en una Corte de Miami que había sobornado a funcionarios de Hondutel. Inmediatamente, el gobierno de Mel Zelaya lanzó una campaña de cortinas de humo acusando de difamación al señor Otto Reich, que fue un funcionario norteamericano. Una vez más, el gobierno abusa de las cadenas nacionales y de anuncios pagados, en clara pose dictatorial.

Luego, en la Convención del Partido Liberal. Mel Zelaya trató de impedir que Roberto Micheletti, actual presidente del Congreso Nacional, fuera juramentado presidente del Central Ejecutivo de este partido. Al parecer Mel Zelaya resiente la oposición firme de Micheletti contra su proyecto de la cuarta urna para perpetuarse en el poder.

Lo gracioso fue escuchar las declaraciones de Patricia Rodas, la ideóloga de Mel, acusando a Micheletti de ir contra los estatutos del Partido Liberal, cuando ella misma los incumple.

El Partido Liberal está claramente dividido, entre el pequeño grupo que apoya a Mel Zelaya y sus pretensiones continuistas, y los que lo adversan. Aunque el grupo a favor de Mel es pequeño, es el que tiene el poder.

Es cierto que abuchearon a Micheletti cuando este fue juramentado, pero algunos dicen que fue un grupo de activistas pagados por el gobierno. Otros dicen que Micheletti es ampliamente rechazado en las bases del Partido Liberal. Lo cierto es que el candidato presidencial Elvin Santos designó a Micheletti en la presidencia del Central Ejecutivo para cimentar la unidad del Partido y llevarlo a la victoria.

El ataque del presidente Mel Zelaya contra Micheletti da la impresión de que se ha propuesto destruir a su propio partido. Esto concuerda con la percepción de que Mel está preparando el escenario favorable para continuar en el poder.

Por otra parte, el Ejecutivo ha tardado demasiado en presentar el Presupuesto Nacional de este año, por lo que las dependencias del gobierno están trabajando con el presupuesto del año pasado. Este atraso entorpece la gestión pública, y amenaza con sabotear el proceso electoral, lo que conviene a las pretensiones continuistas mencionadas.

El propio Roberto Micheletti ha añadido más leña al fuego al presentar su proyecto de l decimo-quinto salario. Lo que vendría a aumentar más el desempleo producido por la medida del aumento desproporcionado al salario mínimo del presidente Zelaya. El propio Zelaya se ha opuesto a esta medida, calificándola de «populista». Sin embargo, él está de acuerdo con que se pague el decimo-quinto salario, con tal de que éste sea financiado en forma íntegra por los empleadores, y no se les brinde a éstos ninguna deducción de sus impuestos.

Al gobierno parece olvidársele que estamos en medio de una crisis económica internacional, y que este no es el momento para discusiones estériles y medidas populistas, si es que realmente les interesa el bienestar del pueblo.

Pero es claro que éste no es el caso. No les interesa el pueblo. Estamos en un año electoral, y los políticos tienen la mira en los puestos públicos. Pero la dimensión de la crisis actual debería despertarlos de su estupor producido por el hambre por el poder. Es necesario resolver los problemas actuales, no crear nuevos. Es necesario más diálogo, no más confrontación. Pero es inútil.

Y por si fuera poco con la crisis económica internacional y la torpe gestión gubernamental, ahora tenemos la amenaza de la gripe porcina, que se espera que pronto llegará a Honduras, provocando más muertes y deprimiendo aun más la economía.

Y mientras tanto, Mel Zelaya inunda los medios con su campaña por la cuarta urna, y su defensa de las acusaciones de corrupción contra Hondutel, llegando al punto de dedicarle un anuncio televisivo desprestigiando a Otto Reich.

Y aún con todo esto se jacta de ser el mejor gobierno de la historia de Honduras, y pretende quedarse en el poder. El caradurismo de Mel y sus seguidores es increíble.

Chequen el Especial de Soborno en Hondutel de diario El Heraldo.

Elvin Santos proclamado en Convención Liberal

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