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Pepe Lobo dice que “fue golpe”

Pepe Lobo al parecer ha admitido en España que lo que sucedió el 28 de junio del año pasado en Honduras fue un golpe de Estado.

A la pregunta del judío José Levi de si lo que en realidad sucedió fue un golpe de Estado, Pepe contestó: “Claro que sí, póngalo como quiera pero fue un golpe”.

Sin embargo, el presidente Lobo argumenta que aún así con todo y golpe él es un presidente legítimo, porque el proceso electoral se desarrolló en forma independiente de lo que ocurrió el 28 de junio pasado.

¿Tiene futuro la Reforma Agraria?

Por: José S. Azcona Bocock

La historia de las pretensiones de la sociedad hondureña de construir un régimen agrario más justo y eficiente ha estado plagada de grandes males a lo largo de sus décadas de historia. Este desprestigio y desilusión ha sido tan masivo que se ha perdido completamente la intención de poder intervenir en reformar la producción primaria.

Confundir los malos resultados anteriores con la imposibilidad de efectuar una reforma agraria es peligroso, además de ser incorrecto. Debemos analizar qué era lo malo del proceso de reforma y de modernización agraria pasada, y cuál es el interés de la sociedad relacionado con el campo hacia el futuro.

La reforma agraria falló por dos razones primarias: Era colectivista en su naturaleza, porque como “lo que es de todos es de nadie” un desarrollo imperfecto del sentido de pertenencia resultaba en una ineficiencia terrible. La segunda causa es que era estatista, habiendo un nulo incentivo tanto para los burócratas que manejaban el proceso como para los financistas y beneficiarios de lograr desarrollar unidades de producción viables, pues el gobierno garantizaba todo.

Luego el proceso de “modernización” agrícola tampoco ha rendido los frutos esperados, puesto que en la práctica ignora y deja fuera del sistema a la mayor parte de nuestros productores. Si combinamos esto con el aberrante paternalismo demostrado por las condonaciones masivas de deudas a grandes productores, sin verificar los estados reales de las pérdidas, resulta por consiguiente que el eficiente es castigado y el ineficiente premiado.

Si vemos los malos resultados de estas dos políticas en contraposición con la aspiración del pueblo hondureño de tener eficiencia, competitividad y oportunidades en el campo es posible pensar en lo que debemos hacer como sociedad para corregir estos problemas.

En primer lugar es necesario facilitar el acceso a la tierra a productores individuales, de forma ágil y con acceso a créditos privados. Avanzar con el proyecto del Instituto Nacional de la Propiedad y demás medidas para regularizar la tenencia de la tierra es el primer paso en este sentido. Las compras de propiedad de escala menor deben de estar sujetas a condiciones de créditos más favorables.

Es necesario que exista un sistema de seguro de producción institucionalizado. La producción agrícola es sujeta a muchas más variaciones o posibles causas de fracaso que la industria o los servicios, sin embargo estos riesgos se pueden contabilizar e incluirse dentro de los costos de producción. El seguro de producción es un excelente ejemplo de que la solidaridad es un principio que debe de seguir aplicándose en el agro.

Otra de las razones ostensibles para la reforma agraria es la necesidad de poner las tierras ociosas en producción. Se debe de tasar de forma diferenciada la tierra con uso productivo de la que no lo tiene. Esto será un incentivo para que los productores, especialmente los latifundistas con grandes extensiones en reserva, racionalicen su producción. Es necesario además llevar la protección laboral, aunque requiriese una modificación al Código de Trabajo, al campo. No es posible que la mitad de nuestra población económicamente activa no tenga acceso a un tipo de auxilio de nuestra población laboral.

Desgraciadamente, la naturaleza urbana de la mayor parte de nuestra dirigencia no nos hace pensar en la magnitud de los problemas y el potencial de nuestra agricultura. Si embargo es tiempo que todos los hondureños apoyemos de forma decidida un proceso para que el sector primario de nuestra economía sea un motor de nuestro desarrollo y le garantice una vida digna a quienes laboran en él. Debemos superar los prejuicios derivados de las malas experiencias pasadas.

(2004, LT)

Tomado del libro “Construyendo una Honduras Mejor” de José S. Azcona Bocock. Graficentro Editores. 2005.

Decreto de Amnistía

Aquí pueden leer el Decreto Final de Amnistía, exposición de motivos, considerandos, y el decreto en sí mismo.

En la exposición de motivos se hace una justificación doctrinal del decreto de amnistía, considerando como un hecho notorio que Manuel Zelaya Rosales cometió delitos políticos, y que su derrocamiento tenía una justificación jurídica. Sin embargo, el decreto final de amnistía es de tipo general, para todos los que hayan cometido los delitos políticos enumerados. Esto deja abierta la puerta a la posibilidad de ofrecer aministía a los responsables del golpe de Estado contra Manuel Zelaya, desde la óptica de los que consideran que el derrocamiento de Manuel Zelaya fue un golpe de Estado.

El terrorismo se considera delito político, por que el terrorismo se entiende como violencia motivada con fines políticos.

Se dice que la amnistía es solo para delitos políticos, y para delitos políticos comunes conexos con los políticos. Pero exactamente cuales son esos delitos comunes conexos no se especifica. Entiendo que determinar cuales son los delitos comunes conexos sería responsabilidad del juez que se encargue de cada caso.

El abogado German Leitzelar, que fue uno de los encargados de redactar este decreto, advierte que los delitos de corrupción y de lesa humanidad no están incluidos dentro de este decreto de amnistía, por que Honduras ha suscrito tratados internacionales que prohiben amnistiar este tipo de delitos.

La acción de los jerarcas militares de sacar por la fuerza a Manuel Zelaya del país no está incluida en esta amnistía.

Ver documento:

Decreto de Amnistía

(Documento tomado de lagringasblogicito).

Pepe Lobo nuevo presidente

Hay nuevo presidente en Honduras. Su nombre: Porfirio Lobo Sosa, más conocido como Pepe Lobo.

Después del calvario de la crisis política, producto de un supuesto golpe de Estado, a Pepe Lobo ya no le dirán “presidente de facto” (¿o sí?). Contra lo que apostaban los enemigos de Honduras, las elecciones se llevaron a cabo, y la transmisión de mando se dio, a pesar de que Manuel Zelaya nunca fue restituido, ni lo será nunca. Honduras es ese pequeño país que sí pudo, para dolor del izquierdismo internacional.

Ya hay países que han reconocido en Porfirio Lobo a un presidente legítimo, al contrario de Micheletti, que siendo legítimo según la ley de Honduras, no fue reconocido por una campaña bien montada por el chavismo, y por los comprensibles temores de los presidentes del mundo.

Tenemos un nuevo presidente, y nadie puede alegar que no fue electo en elecciones libres, en las elecciones más limpias y más votadas de la historia. Por que el pueblo hondureño quiere vivir en paz y salir de ese clima de tensión y confrontación al que se ha sometido a Honduras por siete meses. Ahora es el momento de comenzar de nuevo.

Estamos agradecidos por el coraje de Roberto Micheletti, que junto con su equipo se sostuvieron ante presiones internacionales fortísimas, dando un ejemplo de dignidad y patriotismo que dejará huella.

Ese nuevo aliento de patriotismo nos hace aspirar a mejores cosas, a exigirles a los políticos que cumplan con la ley, a que sean más transparentes y democráticos, a que no hagan las cosas a que los ha acostumbrado a hacer la vieja política. Ahora el pueblo quiere que haya más diálogo y menos autoritarismo, que se hagan las cosas por consenso y no por imposición de un sector.

Pero lamentablemente, vemos que los políticos no aprenden, y a veces parece que de nada sirvió el “golpe”, que siguen en las mismas andanzas de siempre.

Manuel Zelaya fue destituido por violar flagrantemente la Constitución y las leyes. El daño que Zelaya hizo al país fue inmenso. Y no solo fue una cuestión política, las arcas del Estado fueron saqueadas, y ahora una mayoría de diputados nacionalistas ha decidido darle amnistía a este delincuente, en aras de una pretendida reconciliación nacional. Ahora, nos tachan de extremistas a todos los que pedimos que se cumpla la ley y no haya perdón y olvido, por que perdonar a los que han traicionado a la patria es fortalecer a los que nos han hecho daño.

No puede haber una reconciliación vía decreto. No se debe otorgar perdón cuando el delincuente no admite haber cometido delito, por que eso solo sirve para hacerlo sentir impune. No es justo, que mientras hay personas en las cárceles por delitos menores, Zelaya, que saqueó las arcas públicas, sea considerado “huesped de honor” en otros países.

El Partido Nacional sigue con la misma vieja política de hacer las cosas sin consultar al pueblo. Después de tanto hablar de la necesidad de reconciliación, resulta que desde la primera jornada de trabajo, en el Congreso utilizan su mayoría mecánica de diputados, su aplanadora azul, para imponer sus criterios.

Y Pepe Lobo, que tanto hablaba de diálogo, fue a cometer errores de principiante en la negociación que hizo con el presidente Leonel Fernández, en República Dominicana. Se comprometió a todo, a cambio de nada. Y al parecer, nadie pudo asesorarlo, o no quizo recibir consejo. Lo peor, es que se comprometió a hacer algo de dudosa legalidad, que le puede traer problemas desde el primer día. En su afán por ganar puntos con la “comunidad internacional” pierde puntos con la comunidad nacional, que está exigiendo una mejor actuación de los políticos.

Cuando Zelaya intentó salir de la embajada de Brasil hacia México, el gobierno de Micheletti le negó con razón otorgarle el salvoconducto, por que no cumplía los requisitos que exige el derecho internacional y las leyes de Honduras, por lo que sorprendió que con gran desparpajo Pepe Lobo apareciera firmando un acuerdo para otorgar un salvoconducto a Zelaya y a su “círculo íntimo” sin exigir el cumplimiento de ningún requisito.

Hay que reconocer a que de no ser por la acción heroica de expulsar a Zelaya y de soportar la presión internacional, no hubieran habido elecciones en Honduras. El plan de continuismo de Zelaya era muy claro. De manera que debemos estar agradecidos con Roberto Micheletti. Pero Pepe Lobo no tuvo la decencia de siquiera mencionarlo en su discurso de toma de posesión. Pero esto es comprensible, dada la aversión que sienten muchos gobernantes contra Micheletti es fácil entender que Pepe Lobo no quiere ser asociado con él.

Sin embargo, no debió llegar hasta el extremo de agradecer a los enemigos de Honduras en su discurso de toma de posesión. Sólo faltó que le diera las gracias a Hugo Chávez.

Pepe Lobo está entregando el gobierno en manos de los enemigos de Honduras. Es un craso error haber nombrado a César Ham de ministro del INA y a Alejandro Ventura en Educación. César Ham dijo que va a administrar el INA según las directivas que le den en su partido, la UD, en vez de comprometerse a seguir la política de Pepe Lobo. Y poner a Alejandro Ventura, un dirigente gremial, a dirigir la Secretaría de Educación es como poner al zorro a cuidar el gallinero.

Antes yo creía que Pepe Lobo era un político muy hábil que hacía uso del maquiavelismo político, pero veo que me he equivocado. Pepe Lobo no tiene un plan maestro ni una gran estrategia. Pepe es papo.

Espero que me equivoque, para el bien de Honduras, pero las cosas pintan mal desde el primer día.