COPLA FOLKLÓRICA O «BOMBA»
COPLA: del latín «copulam», que significa enlace, es la acomodación de un verso con otros para formar la estrofa.
La COPLA FOLKÓRICA O «BOMBA» popular ha de tener siempre cuatro versos que riman el segundo con el cuarto y en forma consonante, de preferencia; ha de expresarse en lenguaje rústico y no académico y ha de tener «gracia» para que se fije en la memoria del oyente. Gracia picaresca, irónica, humorística o filosófica.
La pava canta en la loma,
la perdiz en la cañada;
desengáñate negrito
porque conmigo no hay nada.
Una me dijo que sí
y otra me dijo que no;
yo me quedé sin saber
cuál de las dos me engañó.
Cuando dieron la noticia
de que ya no me querías,
hasta el perro de la casa
me miraba y se reía.
Adiós señor galán,
cabeza de gavilán,
que en la calle le dirán
que es un buen haragán.
Bombas, bombas me pedís,
como si fuera cohetero;
andate donde tu nana
que te saque ese nigüero.
En el asiento del mar
suspiraba un clarinero,
y en el suspiro decía:
no hay amor como el primero.
Allá viene la luna hermosa
con su lucero al amanecer,
vayan díganle a doña Rosa,
que su yerno quiero ser.
Te mandé a hacer una cama
con cien varas de listón,
en cada esquina una rosa
y en medio mi corazón.
Desde que te vi venir
puse mi amor en un lazo,
negra no pases de aquí
sin que me des un abrazo.
Azahares me pediste
azahares te daré,
si me agachas la ramita
yo te los cortaré.
Tírote la lima,
tírote el limón;
tírote las llaves
de mi corazón.
Desde mi tierra he venido,
rodando como un olote,
sólo por venirte a ver
viejo barbas de jolote.
La bomba que me has tirado
hasta la cara me ardió
mejor se la hubieras echado
a la madre que te parió.
Aquí me tienes parado
como garza en la laguna,
¿cómo quieres que me vaya
sin esperanza ninguna?
Las mujeres son el diablo
y parientes del demonio;
nosotros los hombres somos
reliquias de San Antonio.
Las muchachas de este tiempo
son como la mantequilla,
apenas les dicen mi alma,
y ya enseñan la rodilla…
Del cielo cae una estrella
y en el aire hay una palma,
y desde lejos te digo:
adiós negrita de mi alma.
Ayer tarde pasé por tu casa
y me tiraste un limón;
el limón cayó en el suelo
y el zumo en mi corazón.
Bomba, todos llevan bomba,
pero no como la mía:
en la palma de la mano
llevo a la Virgen María.
Las muchachas de este tiempo
son como el oro molido,
apenas les dicen mi alma
y ya piden el marido…
Ya mi palomo voló
de la jaula de mi pecho
y aunque me cante derecho
ya no lo quiero, ya no.
Arpa vieja sin clavijas
repleta de cucarachas
para que te andas metiendo
dejá eso pa’ las muchachas…
De los pechos de esta vieja,
sabiéndolos ordeñar,
sale un queso de una arroba
y sobra para almorzar.
Eres clavel, eres rosa,
eres clavo de comer,
eres azucena hermosa
cortada al amanecer.
No soy clavel, ni soy rosa;
no soy clavo de comer;
no soy azucena hermosa
sino una infeliz mujer.
Las ramas del tamarindo
se juntan con las del jagua;
es necesario que sepas
que soy arremanga enaguas.
Las ramas del tamarindo
se tocan con las del coco;
si tu amor va precisado,
el mío va poco a poco.
Papá, mamá;
me quiero casar
con un muchachito
que sepa bailar.
Cásate conmigo
que yo te daré
zapatos y medias
color café.
Te pareces a la vaca
que tengo en el corralito,
yo seré tu ternerito
¿verdad Amalia ingrata?
Te crees en la reunión
de todos el más galán.
¿No te da pena, Julián
ser un ternero mamón?
Naricita de chicharrón
boquita de cuyamel,
yo me chuparé la miel
de tu ardiente corazón.
La miel de mi corazón
se la chupará un mozo
que no sea tan baboso
como este tonto de Chon.
Anoche me dormí, Juliana
y tuve un sueño bonito
que tú, poquito a poquito
eres de mi hijo, su mama.
Si soñaste con la cama
te equivocaste Rodrigo,
en vez de soñar conmigo
¿no sería con tu «nana»?
Anoche soñé trigueña
que me dabas sopa de peces,
y que al cabo de nueve meses
te llegaba la cigueña.
Hablas de los nueve meses
idiota, que śolo sueñas.
Luis sin andar con peces
se adelanta a la cigueña.
Y este viejo a que se mete;
para esto se quieren reales.
No vaya a salir después
con más hojas que tamales.
Los reales aquí los tengo,
y los tengo sin excusa,
pero no me vengas después,
con más nalgas que pupusa.
Él |
Ella |
Desde lejos he venido rodando como una tusa solo por venirte a ver niña ojitos de guatuza. |
Si desde lejos llegaste a yo no me digas eso mejor andá restregate esas costras del pescuezo. |
Las mujeres de este tiempo son como el café molido, apenas tienen quince años ya quieren tener marido. |
Los muchachos de este tiempo son como el café tostado se la tiran de jailosos y andan todos acabados. |
La mujer que ama a dos hombres no es tonta sino entendida si una vela se le apaga la otra ya está encendida. |
Un hombre con dos mujeres de papo se pasa a veces no cumple con sus deberes y al final paga con creces. |
Ayer me dijiste que hoy hoy me decís que mañana, cuando me digas que sí ya no voy a tener ganas. |
Yo no te he dicho que sí, indio curtido y mugroso; como bien lo ves a ti, no te quiero por piojoso. |
Las muchachas de este tiempo son como los blancos quesos; pintaditas de la cara y chorreadas del pescuezo. |
Los muchachos de este tiempo solo andan de aparentones con un arito en la oreja más parecen maricones. |
Las muchachas de Progreso no les gusta dar ni un beso, en cambio las de San Pedro hasta estiran el pescuezo. |
Las muchachas de la Ceiba son bonitas y graciosas en cambio las de este pueblo son picudas y babosas. |
Una pitaya madura es tu boquita jugosa, escucha linda criatura te ando buscando pa esposa. |
Un huevo güero podrido es tu apestosa trompota, escúchame indio jodido yo no te quiero ni jota. |
Las piñas en el piñal de maduras se pasan, así te pasará a vos si tu mama no te casa. |
Si mi mama no me ha casao es por que no me ha convenido, si no me caso con vos no es de tu cuenta, metido. |
Ya días vengo soñando que tu boca será mía, Filomena agora es cuando se cumple mi profesía. |
Ni lo sueñe, Don Prudencio que esta boca será suya, pues la reservo en silencio para alguien que haga bulla. |
Las ramas del tamarindo se juntan con las del coco, si tu amor va precisado el mío va poco a poco. |
Las ramas del sunzapote se enredan con las del mango, si tu amor va despacito el mío desburrungando. |
En lágrimas de mujer y en el canto de sirena, nunca debes de creer, porque no vale la pena. |
En lágrimas de hombre viudo nunca debes de creer, así como este tapudo que solo viene a joder. |
Desde que te conocí te tengo muy bien presente, por ese colocho de oro que te cuelga de la frente. |
Desde que te conocí siempre te he visto risueño pero es que tal vez no sabés que el colocho tiene dueño. |
Aquí te traigo esta flor que de mi jardín corté, como es linda y olorosa se la entrego para asté. |
Yo le recibo esta flor de manos de quien la trae, no es tan linda la rosa como el lirio que la trae. |
Quí te traigo niñita una ramita de albahaca, no te la traje más grande porque se la comió la vaca. |
Esta ramita de albahaca que usté me trae buen mozo; no se la comió la vaca fue este burro e Sinforoso. |
Qué rico es echarse un trago de vino de marañón, pero más rico es un beso de este lindo corazón. |
Sosegáte, Cayetano no me vengás a ofender, mejor buscáte un marrano que te sirva de mujer. |
Las guayabas de este palo siempre me salen podridas, por eso no te regalo porque sos bien resabida. |
Si yo no te estoy pidiendo indio viejo mal hablado, para esa gracia Don Chendo me va a dar jolote asado. |
Hoy que tengo mucha lana me siento como un don Juan, voy a llevar a Cipriana ante el cura y sacristán |
¿Cómo decís vos, samarro? que presumís con tus roles, no tenés para cigarros contimás para frijoles. |
Viene la luna hermosa con su lucero en campaña, que triste se mira un hombre cuando una mujer lo engaña. |
A los ángeles del cielo voy a mandarles a pedir, una pluma de sus alas para poderte escribir. |
De un tronco nació una rosa y del agua un caracol, de los ojos de esta joven nacen los rayos del sol. |
Del cielo cayó una rosa y del pueblo una pared, qué dicha fuera la mía si yo cayera en su red. |
La mujer con quien me case llenará esta condición, será la flor que se deshace perfumando el corazón. |
El hombre que me aprisione llenará esta condición, permitirme que lo ahogue el caudal de mi pasión. |
Chorchita piquito de oro con alas de metal dorado, dime como está tu amor si vendido o empeñado. |
No soy chorchita piquito de oro ni tengo alas de metal dorado, mi amor no está vendido ni tampoco está empeñado. |
Ya me voy para la guerra con las armas de pelear, yo te ruego vida mía no me vayas a olvidar. |
A los ángeles del cielo les voy a mandar pedir, una pluma de sus alas para poderte escribir. |
Si regreso sano y salvo Dios me deje regresar; prepárate niña mía que nos vamos a casar. |
Si me matan en la guerra y termina mi ilusión, yo te pido aquí una lágrima un suspiro, una oración. |
De la peña nace el agua y del agua el caracol, de los ojos de mi negra nacen los rayos del sol. |
En cuanto te vi venir le dije a mi corazón, que bonita piedrecita para dar un tropezón. |
Aquí le traigo esta flor que agorita la corté; tiene fragancia y olor y es fresquita como ve. |
La recibo caballero de manos de su mercé; no es tan graciosa la flor como es de gracioso usté. |
Gorrioncito, gorrioncito no piques tanto la flor; que aquí te estoy esperando con un platillo de amor. |
Chiquito me hizo el cielo chiquito como un anillo ¡Que dicha más grande ha sido encontrarte camino al río! |
Soy muy hombre de trabajo y busco una buena mujer no con cualquier sarandajo me voy a comprometer. |
No suspires, no suspires dejáte de suspirar porque dices suspirando lo que debieras callar. |
Como tengo una fortuna que la hice honradamente; busco una mujer de cuna muy honrada y bien decente. |
Ya calláte Cayetano y no hables que tenés pisto si venís a pedir mi mano mejor prefiero a Evaristo. |
Ando buscando una hembra pa que me aliñe la polla; que me ayude con la siembra y esa hembra tú eres, Goya. |
Ja, ja, ja, gustoncito, quien lo mira nada menos, Mardoquello; por ese cuento que tira yo no lo quiero por fello. |
En la punta de un izote suspiraba una icotea y en el suspiro decía: no te aflijas, Dorotea. |
En la punta de un guayabo suspiraba un perico y en el suspiro decía ya no subas, Federico. |