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Roatán, Morat y Barbareta

Por: Jesús Aguilar Paz

Los nombres de estas tres islas, que corresponden al archipiélago hondureño, que constituye el departamento de Islas de la Bahía, antigua Guanajos; según la leyenda, no son de origen indígena, que el primero si lo es, Roatán, ni español, sino que viene del inglés, lo que se explicaría por la usurpación hecha, por Inglaterra en los tiempos de las guerras de España. Bien sabemos que la grandeza de algunas naciones se la deben a esta América, que por medio de España, les remitía su oro constante y sonante, en la compra de efectos comerciales, que la madre patria no fabricaba, por la imprevisión de sus gobernantes, o bien por la piratería detestable.

Pero tratamos de saber el origen de los nombres citados y a ello vamos.

Los primeros piratas que ocuparon la principal de las islas, después de desalojar las guardias coloniales, precisamente se encargaron de recibir a los personajes usurpadores, unos animalitos dignos de ellos, por los roedores: las ratas. Impresionados los piratas por tal acontecimiento, exclamaron: ¡Rat-land!, o sea tierra de ratas, de donde salió el nombre de Roatán.

Desde luego, pronto no cupieron en esta isla y según la pirática costumbre de esa nación, de ocupar toda la tierra, muy luego fueron a dar que hacer a la siguiente islita, hacia el norte. Allí aparecieron a hacerles igual recibimiento, varias bandadas de ratas, por lo que los empedernidos aventureros, asustados, exclamaron nuevamente: ¡More-rats! Es decir, más ratas, por lo que la isla se bautizó con este nombre, o sea, Morat.

No satisfechos, como ya lo hemos hecho constar, dichos aventureros quisieron ocupar más tierras, y los piratas ingleses se fueron a ocupar la isla siguiente, que es la de Barbareta.

Aquí la regla anterior no falló y los congéneres de los piratas, los roedores, salieron prestos a recibirlos, pero en cantidad enorme. Los piratas, que una vez pintó tan justamente su propio paisano, el dean Swift de Jonatán, en sus viajes de Gulliver, asombrados de semejante peste, exclamaron: ¡Barbar-rats!, es decir, barbaridad de ratas, de donde resultó el nombre de la citada isla: Barbareta.

Cansados de ver ratones los piratas, no siguieron por entonces su incursión usurpadora, pero no porque se curaran de su megalomanía dominante, como lo atestigua la historia, pues de las islas hubo que sacarlos a cañonazos limpios, según el Mariscal Matías de Gálvez.

Como se sabe, después volvieron a cometer la necesidad de ocupar nuevamente estas Islas de la Bahía, indisputablemente de Honduras, pero esta última vez fue el General Guardiola, quien los sacó… ¡a sombrerazos!

Tomado del libro «Canasta Folklórica Hondureña» de Eduardo Sandoval. JES Ediciones.

Interpretación del Acta de Independencia de Centro América

El Acta de Independencia de Centro América se ha tergiversado para fines de propaganda patriótica. Según la versión oficial éste es el documento fundamental de la Independencia de Centro América.

La verdad es que el acta no es clara con respecto a la independencia de España y, peor aun: no tiene valor jurídico ni valor de doctrina política.

¿Quién proclama la “independencia”?

Un grupo de “distinguidos miembros”, entre los cuales hay algunas autoridades civiles y eclesiásticas, las cuales no estaban facultadas ni legal ni moralmente para declarar la independencia. Este grupo pide que Gabino Gaínza, el gobernador español de Centro América —que entonces se conocía como Capitanía General de Guatemala— declare la independencia de la región; aunque por otro lado piden la formación de un Congreso regional que decida si procede la independencia o no. Es decir, que dejan la puerta abierta para la continuación del régimen colonial dependiente de España.

Y la razón por la que se pide que Gabino Gaínza proclame la independencia con tanto apresuramiento es para “prevenir las consecuencias que serían temibles en caso de que la proclamase de hecho el mismo pueblo.”

Que las intenciones de independencia no eran sólidas lo confirma el hecho de la anexión a México que se dio a continuación.

El Congreso al que se refiere el acta nunca se realizó. El pueblo no fue consultado sobre el tipo de gobierno que quería tener. La religión católica fue ratificada como la religión oficial del Estado.

¿Representa este documento un golpe de Estado o una revolución?

Ni lo uno ni lo otro. Fue una maniobra diseñada para ganar tiempo y evitar un alzamiento popular que pusiera en peligro a la aristocracia en el poder. Siguió el mismo grupo de criollos en el poder, las mismas autoridades, el mismo sistema colonial, la misma religión. La ruptura con España solo benefició a los criollos que ya no tenían que pagar impuestos a la Corona Española.

Ver también:

Bombas folklóricas de Honduras

COPLA FOLKLÓRICA O «BOMBA»

COPLA: del latín «copulam», que significa enlace, es la acomodación de un verso con otros para formar la estrofa.

La COPLA FOLKÓRICA O «BOMBA» popular ha de tener siempre cuatro versos que riman el segundo con el cuarto y en forma consonante, de preferencia; ha de expresarse en lenguaje rústico y no académico y ha de tener «gracia» para que se fije en la memoria del oyente. Gracia picaresca, irónica, humorística o filosófica.


La pava canta en la loma,
la perdiz en la cañada;
desengáñate negrito
porque conmigo no hay nada.

Una me dijo que sí
y otra me dijo que no;
yo me quedé sin saber
cuál de las dos me engañó.

Cuando dieron la noticia
de que ya no me querías,
hasta el perro de la casa
me miraba y se reía.

Adiós señor galán,
cabeza de gavilán,
que en la calle le dirán
que es un buen haragán.

Bombas, bombas me pedís,
como si fuera cohetero;
andate donde tu nana
que te saque ese nigüero.

En el asiento del mar
suspiraba un clarinero,
y en el suspiro decía:
no hay amor como el primero.

Allá viene la luna hermosa
con su lucero al amanecer,
vayan díganle a doña Rosa,
que su yerno quiero ser.

Te mandé a hacer una cama
con cien varas de listón,
en cada esquina una rosa
y en medio mi corazón.

Desde que te vi venir
puse mi amor en un lazo,
negra no pases de aquí
sin que me des un abrazo.

Azahares me pediste
azahares te daré,
si me agachas la ramita
yo te los cortaré.

Tírote la lima,
tírote el limón;
tírote las llaves
de mi corazón.

Desde mi tierra he venido,
rodando como un olote,
sólo por venirte a ver
viejo barbas de jolote.

La bomba que me has tirado
hasta la cara me ardió
mejor se la hubieras echado
a la madre que te parió.

Aquí me tienes parado
como garza en la laguna,
¿cómo quieres que me vaya
sin esperanza ninguna?

Las mujeres son el diablo
y parientes del demonio;
nosotros los hombres somos
reliquias de San Antonio.

Las muchachas de este tiempo
son como la mantequilla,
apenas les dicen mi alma,
y ya enseñan la rodilla…

Del cielo cae una estrella
y en el aire hay una palma,
y desde lejos te digo:
adiós negrita de mi alma.

Ayer tarde pasé por tu casa
y me tiraste un limón;
el limón cayó en el suelo
y el zumo en mi corazón.

Bomba, todos llevan bomba,
pero no como la mía:
en la palma de la mano
llevo a la Virgen María.

Las muchachas de este tiempo
son como el oro molido,
apenas les dicen mi alma
y ya piden el marido…

Ya mi palomo voló
de la jaula de mi pecho
y aunque me cante derecho
ya no lo quiero, ya no.

Arpa vieja sin clavijas
repleta de cucarachas
para que te andas metiendo
dejá eso pa’ las muchachas…

De los pechos de esta vieja,
sabiéndolos ordeñar,
sale un queso de una arroba
y sobra para almorzar.

Eres clavel, eres rosa,
eres clavo de comer,
eres azucena hermosa
cortada al amanecer.

No soy clavel, ni soy rosa;
no soy clavo de comer;
no soy azucena hermosa
sino una infeliz mujer.

Las ramas del tamarindo
se juntan con las del jagua;
es necesario que sepas
que soy arremanga enaguas.

Las ramas del tamarindo
se tocan con las del coco;
si tu amor va precisado,
el mío va poco a poco.

Papá, mamá;
me quiero casar
con un muchachito
que sepa bailar.

Cásate conmigo
que yo te daré
zapatos y medias
color café.

Te pareces a la vaca
que tengo en el corralito,
yo seré tu ternerito
¿verdad Amalia ingrata?

Te crees en la reunión
de todos el más galán.
¿No te da pena, Julián
ser un ternero mamón?

Naricita de chicharrón
boquita de cuyamel,
yo me chuparé la miel
de tu ardiente corazón.

La miel de mi corazón
se la chupará un mozo
que no sea tan baboso
como este tonto de Chon.

Anoche me dormí, Juliana
y tuve un sueño bonito
que tú, poquito a poquito
eres de mi hijo, su mama.

Si soñaste con la cama
te equivocaste Rodrigo,
en vez de soñar conmigo
¿no sería con tu «nana»?

Anoche soñé trigueña
que me dabas sopa de peces,
y que al cabo de nueve meses
te llegaba la cigueña.

Hablas de los nueve meses
idiota, que śolo sueñas.
Luis sin andar con peces
se adelanta a la cigueña.

Y este viejo a que se mete;
para esto se quieren reales.
No vaya a salir después
con más hojas que tamales.

Los reales aquí los tengo,
y los tengo sin excusa,
pero no me vengas después,
con más nalgas que pupusa.1


Él Ella
Desde lejos he venido
rodando como una tusa
solo por venirte a ver
niña ojitos de guatuza.
Si desde lejos llegaste
a yo no me digas eso
mejor andá restregate
esas costras del pescuezo.
Las mujeres de este tiempo
son como el café molido,
apenas tienen quince años
ya quieren tener marido.
Los muchachos de este tiempo
son como el café tostado
se  la tiran de jailosos
y andan todos acabados.
La mujer que ama a dos hombres
no es tonta sino entendida
si una vela se le apaga
la otra ya está encendida.
Un hombre con dos mujeres
de papo se pasa a veces
no cumple con sus deberes
y al final paga con creces.
Ayer me dijiste que hoy
hoy me decís que mañana,
cuando me digas que sí
ya no voy a tener ganas.
Yo no te he dicho que sí,
indio curtido y mugroso;
como bien lo ves a ti,
no te quiero por piojoso.
Las muchachas de este tiempo
son como los blancos quesos;
pintaditas de la cara
y chorreadas del pescuezo.
Los muchachos de este tiempo
solo andan de aparentones
con un arito en la oreja
más parecen maricones.
Las muchachas de Progreso
no les gusta dar ni un beso,
en cambio las de San Pedro
hasta estiran el pescuezo.
Las muchachas de la Ceiba
son bonitas y graciosas
en cambio las de este pueblo
son picudas y babosas.
Una pitaya madura
es tu boquita jugosa,
escucha linda criatura
te ando buscando pa esposa.
Un huevo güero podrido
es tu apestosa trompota,
escúchame indio jodido
yo no te quiero ni jota.
Las piñas en el piñal
de maduras se pasan,
así te pasará a vos
si tu mama no te casa.
Si mi mama no me ha casao
es por que no me ha convenido,
si no me caso con vos
no es de tu cuenta, metido.
Ya días vengo soñando
que tu boca será mía,
Filomena agora es cuando
se cumple mi profesía.
Ni lo sueñe, Don Prudencio
que esta boca será suya,
pues la reservo en silencio
para alguien que haga bulla.
Las ramas del tamarindo
se juntan con las del coco,
si tu amor va precisado
el mío va poco a poco.
Las ramas del sunzapote
se enredan con las del mango,
si tu amor va despacito
el mío desburrungando.
En lágrimas de mujer
y en el canto de sirena,
nunca debes de creer,
porque no vale la pena.
En lágrimas de hombre viudo
nunca debes de creer,
así como este tapudo
que solo viene a joder.
Desde que te conocí
te tengo muy bien presente,
por ese colocho de oro
que te cuelga de la frente.
Desde que te conocí
siempre te he visto risueño
pero es que tal vez no sabés
que el colocho tiene dueño.
Aquí te traigo esta flor
que de mi jardín corté,
como es linda y olorosa
se la entrego para asté.
Yo le recibo esta flor
de manos de quien la trae,
no es tan linda la rosa
como el lirio que la trae.
Quí te traigo niñita
una ramita de albahaca,
no te la traje más grande
porque se la comió la vaca.
Esta ramita de albahaca
que usté me trae buen mozo;
no se la comió la vaca
fue este burro e Sinforoso.
Qué rico es echarse un trago
de vino de marañón,
pero más rico es un beso
de este lindo corazón.
Sosegáte, Cayetano
no me vengás a ofender,
mejor buscáte un marrano
que te sirva de mujer.
Las guayabas de este palo
siempre me salen podridas,
por eso no te regalo
porque sos bien resabida.
Si yo no te estoy pidiendo
indio viejo mal hablado,
para esa gracia Don Chendo
me va a dar jolote asado.
Hoy que tengo mucha lana
me siento como un don Juan,
voy a llevar a Cipriana
ante el cura y sacristán
¿Cómo decís vos, samarro?
que presumís con tus roles,
no tenés para cigarros
contimás para frijoles.
Viene la luna hermosa
con su lucero en campaña,
que triste se mira un hombre
cuando una mujer lo engaña.
A los ángeles del cielo
voy a mandarles a pedir,
una pluma de sus alas
para poderte escribir.
De un tronco nació una rosa
y del agua un caracol,
de los ojos de esta joven
nacen los rayos del sol.
Del cielo cayó una rosa
y del pueblo una pared,
qué dicha fuera la mía
si yo cayera en su red.
La mujer con quien me case
llenará esta condición,
será la flor que se deshace
perfumando el corazón.
El hombre que me aprisione
llenará esta condición,
permitirme que lo ahogue
el caudal de mi pasión.
Chorchita piquito de oro
con alas de metal dorado,
dime como está tu amor
si vendido o empeñado.
No soy chorchita piquito de oro
ni tengo alas de metal dorado,
mi amor no está vendido
ni tampoco está empeñado.
Ya me voy para la guerra
con las armas de pelear,
yo te ruego vida mía
no me vayas a olvidar.
A los ángeles del cielo
les voy a mandar pedir,
una pluma de sus alas
para poderte escribir.
Si regreso sano y salvo
Dios me deje regresar;
prepárate niña mía
que nos vamos a casar.
Si me matan en la guerra
y termina mi ilusión,
yo te pido aquí una lágrima
un suspiro, una oración.
De la peña nace el agua
y del agua el caracol,
de los ojos de mi negra
nacen los rayos del sol.
En cuanto te vi venir
le dije a mi corazón,
que bonita piedrecita
para dar un tropezón.
Aquí le traigo esta flor
que agorita la corté;
tiene fragancia y olor
y es fresquita como ve.
La recibo caballero
de manos de su mercé;
no es tan graciosa la flor
como es de gracioso usté.
Gorrioncito, gorrioncito
no piques tanto la flor;
que aquí te estoy esperando
con un platillo de amor.
Chiquito me hizo el cielo
chiquito como un anillo
¡Que dicha más grande ha sido
encontrarte camino al río!
Soy muy hombre de trabajo
y busco una buena mujer
no con cualquier sarandajo
me voy a comprometer.
No suspires, no suspires
dejáte de suspirar
porque dices suspirando
lo que debieras callar.
Como tengo una fortuna
que la hice honradamente;
busco una mujer de cuna
muy honrada y bien decente.
Ya calláte Cayetano
y no hables que tenés pisto
si venís a pedir mi mano
mejor prefiero a Evaristo.
Ando buscando una hembra
pa que me aliñe la polla;
que me ayude con la siembra
y esa hembra tú eres, Goya.
Ja, ja, ja, gustoncito, quien lo mira
nada menos, Mardoquello;
por ese cuento que tira
yo no lo quiero por fello.
En la punta de un izote
suspiraba una icotea
y en el suspiro decía:
no te aflijas, Dorotea.
En la punta de un guayabo
suspiraba un perico
y en el suspiro decía
ya no subas, Federico.2

  1. Libro «Canasta Folklórica». Julio Eduardo Sandoval. Ediciones JES. 
  2. Tomado del libro “Adivinanzas, Refranes, Bombas y Trabalenguas Populares”, de Francisco Arístides Mejía. 

La gran contradicción del 15 de septiembre

No tiene sentido celebrar la independencia de Honduras el 15 de septiembre, cuando el ideal de Morazán era el de una Centro América unida, no la independencia de un pequeño país.

No tiene sentido considerar a Morazán y a Valle como héroes hondureños, cuando ellos no se consideraban como ciudadanos de Honduras, sino de Centro América.

No tiene sentido que los países de Centro América celebren cada quien por su lado la fiesta de independencia de Centro América.

La verdadera fecha de independencia de Honduras: el 26 de octubre de 1838, es un día de triste recuerdo, porque se echó a perder el ideal morazánico y triunfó la reacción conservadora.

Francisco Morazán murió el 15 de septiembre de 1842, pero no murió por amor a la patria hondureña. En sus últimas horas en este mundo dijo: «Declaro que mi amor a Centro América muere conmigo». Y pidió que sus restos fueran llevados a El Salvador, por el particular cariño que le prodigaron los habitantes de ese país.

Ahora menos que nunca tiene sentido ir contra los ideales de Morazán y Valle en un mundo cada vez más globalizado e interdependiente. No es posible ya mantener la independencia de un pequeño país como un ideal a seguir.

Lo que necesita el mundo es una conciencia de ciudadanía universal. Una democracia global con base local. Humanismo en vez de patriotismo. Solidaridad internacional.

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