Archivo de la categoría: cultura hondureña

Tréboles de Navidad

Juan Ramón Molina

Juan Ramón Molina
Imagen tomada de Wikimedia.

Por: Juan Ramón Molina

Niño Dios —que en el pesebre
estás, radioso y desnudo—
mientras que, sombrío y mudo,
tengo fiebre.

Dulce niño,
grácil cosa,
como rosa, como armiño
como armiño, como rosa.

Pobre rey,
que ningún vasallo adula,
que sonríes a la mula
o que lloras junto al buey.

Del trotar
va acercándose el rumor,
del corcel de Baltasar,
del camello de Melchor
y el onagro de Gaspar.

En la noche —ardiente y bella—
los divinos magos ven,
que ya se paró la estrella
sobre el místico Belén.

Sus tesoros
te darán, que son inmensos:
púrpuras, mirras, inciensos,
perfumes, diamantes y oros,
mientran danzan los pastores,
tañendo sus caramillos,
en los prados
argentados
aromados
de tréboles y tomillos;
y —en las bóvedas celestes—
cantan himnos y alabados
de los ángeles las huestes.

Niño Dios, pequeño rey,
que un almita azul alientas,
¿Tienes frío? Te calientas
con el vaho de ese buey.

Si ningún vasallo adula
el milagro de tus ojos
de violeta, está la mula
contemplándote de hinojos.

Tu
orfandad presto se fue:
ya tienes tu manto tisú,
un magnífico ajuar que
una maga preparó,
y tu cuello lucir ve
un collar como de O.

Bien quisiera
presentarte —como don—
la hechicera
sortija de Salomón:
o un par de azules palomas
de un exótico país,
o las mágicas redomas
en que guardó sus aromas
Belkiss,
cuando —ávida de placeres—
en pos de un rey, todo luz,
hizo su viaje de Citeres
sobre un nevado avestruz.

Ni una ofrenda, ni una cosa
fabulosa
te he de dar,
ni una perla milagrosa
de los joyeles del mar:
ni una estrella luminosa,
ni un sutil velo de tul,
que —en un arca de topacio—
escondí, cerca de la Osa,
en mi lírico palacio
del azul.

Mas te regalo esta flor,
—albo y rubio serafín—
flor de amor, flor de candor…
¡La que respetó el dolor
al arrasar mi jardín!

Juan Ramón Molina
“Tierras, Mares y Cielos” (1982).
Editorial Universitaria Centroamericana —EDUCA—

Al parecer, Rubén Darío habría tomado elementos de este poema para escribir su poesía “Rosa Niña”, según señala Julio Escoto, en el prólogo al citado libro “Tierras, Mares y Cielos”.

Navidad en Honduras

Árbol de Navidad en el Mall Multiplaza.
Tegucigalpa, diciembre de 2008.
Foto tomada de Flickr.

Desde finales de octubre ya hay empresarios que anuncian promociones navideñas. La publicidad alusiva a la navidad se va incrementando a medida que ésta se acerca. Se van decorando los negocios y las casas con motivos navideños desde el 1 de diciembre o antes.

No pueden faltar los árboles de navidad, y en menor medida los nacimientos. Particularmente famoso es el nacimiento elaborado por el arquitecto Fernando Martínez en Tegucigalpa, en el cual se recrean los acontecimientos más importantes que se han dado durante el año, en Honduras y en el mundo.

En diciembre muchos grupos de empleados y grupos religiosos participan en juegos de “amigo secreto”, también conocidos como “cuchumbos“, donde para no gastar demasiado en regalos se elige al azar quién debe regalar a quién, y no se hace del conocimiento de los interesados hasta que se hace entrega del regalo.

En Honduras se hace énfasis en la celebración de la noche del 24 de diciembre, conocida como Nochebuena. Ese día se celebra en familia, muchas personas viajan a sus lugares de origen para reunirse con sus parientes. El 25 de diciembre es día de asueto.

En la cena navideña del 24 no pueden faltar los nacatamales y las torrejas. Los nacatamales son carne envuelta en masa de maíz, y las torrejas se hacen con pan de yema de huevo.

En la noche del 24 de diciembre los más creyentes van a las iglesias, otros salen a fiestas bailables, y hay quienes combinan las dos actividades. Ese noche hay un aumento en el consumo de alcohol, aunque la mayoría de los evangélicos rechazan consumirlo, aduciendo que es pecado. Los evangélicos también condenan los bailes, especialmente los más sensuales y morbosos.

Muchos niños y adultos disfrutan quemando pólvora, haciendo explotar los cohetes, que aquí se conocen como “cuetes”, estos son pequeños atados de papel periódico con pólvora y una mecha. Se prende la mecha y se tira el cuete.

A los cuetes más grandes se les llama “morteros”, y son muy potentes. También están los silbadores, que se les llama así por el sonido que hacen. Las “luces de bengala” son varitas con un recubrimiento de pólvora que produce unas vistosas luces al consumirse por el fuego. Igualmente vistosos son los volcanes, que son unos conos de papel que tiran luces. También hay unas bolitas de pólvora envueltas en papel que al tirarse al suelo explotan; se les conoce como tronadores.

En la noche del 24 se pueden escuchar los cuetes explotando por todas partes, las explosiones aumentan a medida que se acerca la medianoche, y puede sentirse en el ambiente el olor a pólvora.

Debido a los numerosos casos de quemaduras en niños por causa de la pólvora en estos días, las autoridades del gobierno hacen campaña contra la quema de pólvora, y la alcaldía de Tegucigalpa ha llegado hasta prohibir la venta de cuetes. Pero esta práctica tan arraigada se resiste a morir.

Antes habían muchas personas que hacían disparos al aire, pero con las campañas de concientización eso ha venido disminuyendo.

A muchos hondureños les gusta estrenar ropa en navidad, y comprar electrodomésticos. Los niños esperan sus regalos en Nochebuena, pero ya son pocos los que creen realmente en Santa Claus; aunque tampoco se acostumbra a pedirle regalos al “Niño Dios”, como se hacía antiguamente.

Los hondureños son un pueblo muy cristiano. La celebración navideña se hace en homenaje a Jesús. Santa Claus es solo un personaje para hacer publicidad comercial.

El día 25 de diciembre es un día tranquilo, las calles están vacías, las personas están en sus casas. La celebración ha terminado… por el momento, por que ahora hay que despedir al año viejo y celebrar la llegada del año nuevo.

Posts relacionados

Canciones hondureñas de Navidad

1969 fue el año de la guerra de El Salvador contra Honduras, pero en medio de esos momentos difíciles surge un bello disco de canciones hondureñas de navidad.

En ese disco destaca la canción “El soldado ausente”, interpretada por “Los Speeds”. Esta es una canción de rock ‘n roll melódico que cuenta la historia de una ancianita que se queda sola en el hogar por que ha perdido a su hijo en la guerra. El autor de la canción, don Victor Donaire, fue honrado con una estatua por las Fuerzas Armadas de Honduras en gratitud por haber compuesto esta canción, que resalta el valor del soldado hondureño.

Este disco, producido por la CBS, que en su formato original era un disco de vinilo, fue el resultado del primer concurso de la canción hondureña de navidad, patrocinado por la Compañía de Seguros Interamericana S.A. También incluye otro éxito compuesto por Victor Donaire: la canción “Navidad en Tegucigalpa”, también conocida como “Caminando por Tegucigalpa”, interpretada también por “Los Speeds”.

La “Canción de Navidad”, interpretada por “Los Hornets”, tiene un tema similar, y menciona las comidas navideñas típicas de los hondureños. Un verso dice: “Hay tamales, torrejas, café, y trago también…”

El compositor Victor Donaire tiene un blog donde nos comparte las letras de las canciones “Soldado Ausente” y “Caminando por Tegucigalpa”, y @catrashoo, de Justin TV, ha cargado un video en Youtube, con imágenes relevantes a la canción.

Ver también una reseña sobre el grupo “Los Speeds”.

Para conseguir esta música

Actualización 12/2011 :
Tengo en mi casa en Danlí un ejemplar original del disco de vinilo de esta música, pero al aparato reproductor de estos discos (tocadisco) se le dañó la aguja, y es difícil conseguir repuestos, por haber caído esta tecnología en desuso. Supongo que las radioemisoras HRN y Radio América ya han de tener esta música digitalizada.
El nombre del disco es “Honduras – Canciones Navideñas de Ayer y Hoy”.

Esta es la lista de las canciones del disco:

Lado 1

  1. Aleluya es Navidad (Los Speeds)
  2. Patria y Navidad (Los Estilistas)
  3. Dios con María (Estudiantina de Derecho)
  4. Ya llegó Navidad (Los Speeds)
  5. Canción de Navidad (Los Hornets)
  6. Zagales y Pastores

Lado 2

  1. Campanita de Navidad (Isabel Salgado Castillo)
  2. El soldado ausente (Los Speeds)
  3. Navidad campesina (Los Estilistas)
  4. El estiquirín chiquito (Estudiantina de Derecho)
  5. Navidad en Tegucigalpa (Los Speeds)
  6. Honduras en Navidad (Los Estilistas)

Letra de “Aleluya es Navidad”

Veo al fin la señal del Señor, una luz que al brillar es amor Aleluya, aleluya, cantaré Navidad, con su encaje invernal deja oir en el viento un cantar escuchar las campanas sonar anunciar nuestra fiesta pascual. Aleluya, aleluya, cantaré Celestial esplendor mi noche tendrá pediré por la paz y el amor. Cantaré la bondad y felicidad que aquel niño nos trajo al nacer. Aleluya, aleluya, cantaré Navidad, besa el alma la paz junta su, la divina amistad es sentir del amor la inquietud, es vivir tan cristiana virtud. Aleluya, aleluya, cantaré Navidad, es la paz. Navidad, hay amor. (bis).

Letra de “Canción de Navidad”

Canción de Navidad que canto para mi tierra, mi tierra llamada Honduras. Canción de Navidad. Esta noche seremos felices porque es Nochebuena, Nochebuena catracha con bulla, con gritos y cuetes. Hay tamales, torrejas, café, y trago también. Mis amigos, bebamos, tomamos, sintiendo el amor. A bailar todo el mundo esta noche porque es Navidad. Navidad en mi tierra catracha que se llama Honduras. Y mañana en el cielo estará brillando una estrella. Es el niño Jesús que ha nacido bendiciendo el amor. Hay tamales, torrejas, café y trago también. Ven conmigo, bebamos, tomamos sintiendo el amor. A bailar todo el mundo esta noche porque es Navidad. Navidad en mi tierra catracha que se llama Honduras. Y mañana en el cielo estará brillando una estrella. Es el niño Jesús que ha nacido bendiciendo el amor (bis).

Honduras del recuerdo

Para ver más cosas interesantes de la cultura hondureña de las décadas pasadas pueden visitar la web Aldos del Recuerdo. Posts relacionados

Imaginerías populares de Danlí

El cadejo
Imagen: Lanza del Destino

Por: Darío González

En todas las regiones de nuestro país, existen creencias populares. Danlí no podría ser la excepción; a través de generaciones se ha arraigado en la conciencia del pueblo la existencia de estos personajes que es raro que alguien no sienta temor por la sucia, la chula o los molestos duendecillos.

La sucia

Aparece en noches de luna atrayendo a los hombres lujuriosos a lugares despoblados, donde ser ríe de ellos y les muestra sus senos voluminosos, diciendo tomá tu teta.

La chula

Es un ser misterioso que provoca en los niños un miedo terrible, la chula está en todos lados y siempre está dispuesta a concurrir al primer llamado que se le haga.

El cadejo

Es un cuadrúpedo fantástico de ojos chispeantes, tiene la apariencia de un perro y topetea a los transeúntes que andan a las doce de la noche en cosas no muy santas.

La carreta sin bueyes

En noche sin luna y cuando Danlí carecía de luz eléctrica recorría la ciudad una carreta sin bueyes, el rechinar de sus ejes se oía a lo lejos, lo mismo que el quejido lastimero de almas en pena.

La mano pachona

Aparecía en la Escuela «Pedro Nufio» a los alumnos desaplicados y malcriados; se representa como una mano peluda y aparecía según narraban los escolares cuando menos se esperaba, dándole su merecido al alumno desaplicado.

El duende rojo

Es un hombrecillo de escasa estatura que gusta vestir de rojo, se enamora de las muchachas hermosas que seduce con canciones y promesas; se cuentan en nuestra ciudad varios pasajes de este misterioso hombrecillo que al ser rechazado en sus pretensiones causa un sinnumero de represalias.

Tomado del libro «Danlí en el Recuerdo», de Darío González.